El menos malo


Esta es la placa que tenemos en Cartagena para elegir alcaldes. “Hay que escoger el menos malo”. Esto significa implicaciones sociales, tener atenuantes políticos y una marcada idiosincrasia del menor esfuerzo. Y en últimas, “no voto por nadie”. La presentación de esta placa, ha hecho carrera en la sociedad cartagenera, que nos hemos convertido en el hazmerreír del país. Hay inscritos 15 candidatos, 10 hombre y 5 mujeres. – Nunca se presentan candidatos ejemplos de la sociedad,  o por lo menos reconocidos académicos- La costumbre es que algunos se unan.

El pueblo sabe de antemano quiénes son los opcionados. E incluso se atreven hacer cábalas de quien va ser el próximo alcalde o alcaldesa de Cartagena. Aquí sí somos buenos, para pronosticar, quizás o tal vez la experiencia que se tiene al momento de dar favoritas en el antaño reinado nacional de la belleza. Casi siempre, la que el pueblo aclamaba el día del bando,  quedaba como reina. Ahora bien, en términos históricos y ancestrales, el Corralito de Piedra  fue un corral de negros, de esclavos, y muchos han transmitido de generación en generación esa dejadez, esa apatía, esa desconfianza por los dirigentes locales. Un perverso síntoma sociológico que atrasa el propio desarrollo. -Cartagena con sus potencialidades y competencias debería estar en otro nivel-

Y hablando en términos estrictamente políticos de hoy, y sin el más mínimo sesgo periodístico. -Algunos con apoyos non sanctas- Unos más que otros tienen  sus recorridos y características.   Trabajo en las bases, trabajo en los barrios y conocimiento de primera mano de las necesidades sociales, económicas y estructurales de la ciudad. Y si le agregamos las últimas encuestas de preferencias, en resumen ya es vox populi, que de todos los aspirantes existen solo tres, a lo sumo cuatro con las más altas probabilidades de alcanzar la primera votación.

 Analicemos los cuatro de las preferencias. La tendencia del más opcionado es William García Tirado. Lo conoce la ciudad, ha hecho un recorrido político importante, ha sido concejal y parlamentario. Después aparece Yolanda Wong Baldiris. Sin recorrido. Ser alcaldesa encargada, le permitió darse a conocer. Mostró liderazgo y trabajo incansable. Viene ahora Fernando Araujo Perdomo, un empresario exitoso, sin recorrido en las comunidades. Exministro de estado, ex secuestrado de la Farc. Y la última opcionada, Adelina Covo de Guerrero. Sólo la conoce un círculo social. El pueblo, la gente joven no la identifica. Fue magistrada de la república.

De los cuatro, el que mejor pinta como gerente es Fernando Araujo. Todos son políticos, en menos proporción Adelina. El pueblo tendrá la palabra. “No el menos malo”. Hay que elegir el mejor o la mejor. Dios salve a Cartagena de una nueva interinidad administrativa porque su alcalde es suspendido. Sería el acabose.


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR