El populismo es dañino


El populismo se basa en rechazar y oponerse a los partidos políticos tradicionales. Y siempre se presenta como el adalid de los derechos de los más necesitados, los pobres.

Para no ser tan extenso históricamente, comenzaremos por la madre patria, España. El general Francisco Franco se convirtió en un ícono en el país ibérico. Hizo grandes transformaciones en su país y generó nacionalismo, después de la cruenta guerra civil española. Gobernó por más de 40 años y fue considerado el salvador de España. Su populismo echó raíces en la mente de muchos españoles.

Y aterrizando en América, comenzamos en Argentina con el general Juan Domingo Perón. En compañía de su esposa Eva Perón, asumen las riendas del país y fundan el partido político justicialista, conocido como Peronismo, como una manera de reivindicar los desajustes sociales y laborales del pueblo. Su mandato generó derrocamientos y confrontaciones, pero al final la figura de Perón siguió intacta en el poder. Desde el exilio hizo elegir un copartidario, trasformó las leyes y regresó a su país, y en menos de 60 días ya era nuevamente presidente de Argentina con un 62% de favorabilidad, luego muere de un paro cardíaco y su tercera esposa María Estela Martínez, conocida como Isabelita, asume la presidencia con el beneplácito de los argentinos. …… Después gobiernan otros, entre eso Menem, hasta llegar a sus herederos recientes, los Kirchner, populistas, pero ya no de militar, sino de civiles y se presentan como gobiernos de tendencias izquierdistas. Perón sigue reinando sin estar presente.

Pasando por Batista Zaldívar, llega al gobierno el socialista Fidel Castro en Cuba. Asume el poder a través de una rebelión, revolución, apoyado también en la etiqueta del populismo. Su mandato comienza en 1959 y termina en el 2006, cuando se retira por enfermedad. Exterminó y exiló a sus más acérrimos opositores. Violentó en demasía los derechos humanos, que le valió ser bloqueado por algunos países y con mayor dureza por los Estados Unidos. Es considerado el primer país libre de América, sin embargo, su población, en la gran mayoría ha tenido muchos padecimientos económicos, sociales y políticos. -Hoy gobierna su hermano y sigue uno de los gobiernos populistas más largo de la historia-

Llega el populismo a Bolivia con Hugo Banzer. Obtiene el poder a través de un golpe de estado y posteriormente se hizo elegir. Fue el mandato de las desapariciones y exterminio de la oposición, dejó el poder por enfermedad y luego murió de cáncer. En ese mismo camino surge el gobierno de Anastasio Somoza en Nicaragua, casi el mismo estilo de gobierno de Banzer, persecución continuada con sus grandes opositores. Consolidó una gran fortuna. Murió producto de un atentado. Hoy manda el populista Daniel Ortega, que también llegó con la misma etiqueta, pero con el sello de la izquierda revolucionaria.

En República Dominicana Balaguer. Vienen los Duvalier en Haití, Fujimori en el Perú, José Velasco Ibarra en Ecuador y ahora permanece Rafael Correa y así muchos otros, al final, con la etiqueta de ayudar a los más necesitados, realizaron grandes transformaciones sociales, políticas y económicas en sus países, que polarizaron sus pueblos y retrocedieron sus desarrollos democráticos. En México no ha existido populismo, pero el partido político PRI degeneró la democracia. –Algunos afirman y con razón, que el populismo adultera la democracia-

Y llegamos a nuestro vecino más íntimo, Venezuela. Aquí entran los Caldera, Herrera Campis, Pérez y termina con Hugo Chávez. Chávez basado en lo que todos los populistas han hecho, se echa al pueblo en el bolsillo y persigue a sus opositores. Desestabiliza el orden económico regional y sofoca a América Latina con su “Socialismo del siglo XXI”, apoyado en los altos precios del petróleo. La geopolítica regional cambió con el aparente sucesor de Fidel Castro. Gobernó hacia afuera y se olvidó de su aparato productivo interno. Los inversionistas se les fueron retirando, ocasionando un desabastecimiento generalizado en todos los sectores de la economía que metió al país en una crisis profunda, ocasionando desestabilización política, económica y social. Modifica la constitución y se hace reelegir indefinidamente. Casa peleas con otros gobiernos, es propio del populista, eso le gusta a la gente y atrae a muchos con sus ideas revolucionarias. No hay que olvidar que Chávez fue coronel de las fuerzas armadas de Venezuela. Le ataca una penosa enfermedad, y unge como presidente a Nicolás Maduro, muere pronto y su sucesor sigue sus pasos. Maduro sale crucificado desde que comenzó, el país ya estaba invivible, inmanejable y supremamente polarizado. Era tratar de apagar un incendio que cada día se le avivan más las llamas. Ya Mújica, lo resumió, cuando dijo, “los militares de izquierda pueden dar golpe de estado” Que se cae, y no se cae, y no se caerá mientras tenga el respaldo militar. El pueblo de Venezuela está sufriendo mucho. -La inseguridad rompió todos los records-

En la versión colombiana, Tomás Cipriano, Rafael Núñez, quizás Rojas Pinilla y termina con Alvaro Uribe. Mientras Andrés Pastrana le vendió al pueblo que “el mismo se sentaba a dialogar” con la guerrilla, estrategia que lo llevó a la presidencia, Alvaro Uribe hizo todo lo contrario, arremetió contra ella y dijo que “la acababa en noventa días”, el pueblo le dio ese mandato. Uribe comenzó una gran transformación en la conciencia de los colombianos con la lucha contra el terrorismo. Seguía con la etiqueta del populismo. Y en poco tiempo se volvió la persona más popular de Colombia y de la región. Algunos llegaron a llamarlo “el mesías”. Junto con Santos creó el Partido de la U., partido sin ninguna ideología, sólo con fines electorales. Abdicó a todo el mudo con su política de “Seguridad Democrática”, muy pocos políticos se salieron de su esquema de gobierno. Investigó y amedrantó a sus opositores, falsos positivos, chuzadas del DAS, propagandas estatales prefabricadas generadoras de opinión a su favor y todo lo que tuvo a su alcance como “el primer colombiano” Todas estas acciones polarizaron al país, como nunca había ocurrido. Las desapariciones y acusaciones eran el orden del día, desde un simple periodista hasta el más encumbrado magistrado de las altas cortes. Fue tanto el escándalo que algunos llegaron a llamarlo, “paraco”. Y él lo atestiguó, “si soy paraco y qué”. Con toda la favorabilidad, propone la reelección. Con los cupos indicativos, la mermelada, las notarías, Yidis y Teodolindo y todo el aparato estatal, logra su aprobación. Hace modificar la constitución y es reelegido presidente. Toma el periodo para consolidar su “Seguridad Democrática” como doctrina política y casi que lo consigue con una segunda reelección, se le cruzó la Corte Constitucional e hizo elegir a su amigo Juan Manuel. Santos tomó otro rumbo de gobierno, el gobierno de “la paz” y ahora es su máximo opositor. La paz se da si Uribe es tenido en cuenta, eso lo tienen claro muchos colombianos. Crea un nuevo partido político, el Centro Democrático y se hace elegir senador. Hay que aceptarlo, es un ícono que lo sigue medio país, y él lo sabe y lo explota contundentemente a través de sus twiters.- Como marketing político, sale todos los días en los medios, diciendo cualquier cosa que se le ocurra- Pareciera estar por encima de la institucionalidad-

En conclusión, el populismo siempre será dañino para la democracia por su versión dictatorial, sin embargo, es necesario significar que aparece cuando los partidos tradicionales pierden su norte. Surgen y arrasan con todo lo que encuentran. –Son oportunidades de gobernar de otra manera- El giro que dio América Latina fue de izquierda, podría ser una respuesta al modelo económico imperante. Y en nuestro caso, pasará mucho tiempo para que los ciudadanos y ciudadanas se olviden de Álvaro Uribe Vélez. Y más aún, si no logran enjuiciar a Oscar Iván, Uribe seguirá mandando con la llegada del partido Centro Democrático a la casa de Nariño.


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