Los Estados Unidos siempre ha intervenido en la política colombiana y en la de todos los países de América Latina. Esta acción es viejísima, pero, tiene unos ingredientes silenciosos históricamente, los cuales es saber el tráfico de influencias, niveles de corrupción, participación del narcotráfico en campañas políticas, violación de derechos humanos, desplazamiento forzado por muchos factores evitables, familias enteras ricas producto de maniobras corruptas, algunos políticos mal vistos, pobreza y desigualdades sociales desbordadas, justicia eclipsada y personajes de la vida nacional entre dicho, etc., etc., todas estas evidencias están guardadas en los sistemas de información clasificada de los Estados Unidos. Es una manera de dominación, y por eso, nadie le puede echar cuento de los movimientos políticos que se han formado y se están formando en muchas democracias endebles como la colombiana. Y como para cerrar el círculo, todo el acervo probatorio que conservan de tantas declaraciones de narcotraficantes extraditados. Ahí si hay información.
Ellos tienen claro que, cuando los gobiernos amigos no hacen las cosas bien, la sociedad civil toma la decisión de tumbar los gobiernos corruptos, y eso nadie lo puede evitar, nadie, pero nadie. Ejemplos existen en todo el mundo, pero más visibilizados en Latinoamérica por los casos de Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina y México. Y seguramente surgirán nuevos liderazgos, acaba de pasar en Perú. Es quizás por eso, que nos enteramos de que los gobiernos del país del norte fueron amigos de muchos que hoy son sus enemigos, tratando de recomponer las democracias o intervenir por sus intereses económicos, están los casos del grupo Al- Qaeda y los Talibanes en Irak y Afganistán para mencionar los más actuales.
Algunos autores muy importantes dentro del mundo económico y político se han atrevido afirmar que la democracia de los Estados Unidos es una de las más perfectas, y además su sistema de gobierno actúa como aparecen escritos en los manuales de democracia progresistas, gobiernos para los ciudadanos, la esencia del estado, democracias reales. E incluso, algunos han sido más osados al decir que es el país más socialista del mundo. Todo eso, y otras cosas, le han servido para ser considerada hoy la potencia mundial y que todo lo que pasa en la humanidad pasa por su rasero.
No es en vano que hayan sacado de la lista de grupos terroristas en el mundo a la FARC. Ellos no dan puntada sin dedal. Eso tiene una connotación especial, precisamente cuando el Acuerdo de Paz firmado con esta guerrilla y con su aval, cumple 5 años de haber sido firmado en el gobierno Santos. -Uribe debe estar que se muerde los labios- Esta decisión trascendental para Colombia, tiene un tinte político, no hay dudas.
Hoy Colombia presenta una desdibujada democracia y partidos políticos sin rumbo viendo a ver cuál es el mejor pacto o coalición. ¿Siempre ha sido así? Los Estados Unidos lo sabe, y también sabe que Gustavo Petro estará en la segunda vuelta, si acaso no gana en la primera. Y no creo que, en estos tiempos, son cosas del pasado, puedan poner en peligro su vida como fueron Gaitán, Galán y Pizarro. ¿Quizás por eso la salida de la FARC como grupo terrorista? Suavizar el ambiente, para que campañas presidenciales como la de Sergio Fajardo u otras pueda tener alguna opción de ganar la presidencia. Amanecerá y veremos. Estados Unidos lo sabe, pero, en estos momentos su prioridad es combatir el coronavirus, y no se repita lo del gobierno Trump con miles de contagios y muertes que tanto criticó Joe Biden.