La formación a distancia es una modalidad que se viene usando desde hace rato en todo el mundo. Y los primeros en aplicarla fueron los países desarrollados o con niveles altos de procesos de aprendizajes de sus estudiantes. Surgió por allá en 1840 en Inglaterra, al utilizar el servicio postal (Penny postal) para enviar materiales de estudio. Y ahí comenzó todo hasta lo que hoy conocemos como la formación a distancia y virtual y por supuesto la educación propiamente virtual que fue la herramienta tecnológica utilizada en la pandemia del covid-19.
En la educación a distancia y virtual hay ausencia del docente y esta característica la hace diferente de la educación presencial. No pretendo dar cátedras conceptuales sobre esta modalidad de formación, sin embargo, debo asegurar que el aprendizaje individual, colaborativo, autónomo convierte al estudiante en el único responsable de sus propios saberes, y además su proceso de aprendizaje es al ritmo que desee el mismo.
Como también que, nadie pone en duda que casi todo, por no decir todo, el conocimiento humano, la ciencia está al alcance de cualquiera persona en un móvil o una computadora. Requisito, saber manipular estos dispositivos tecnológicos. El modelo económico mundial así lo dispuso y nos conecta con cualquier lugar en tiempo real con el fin de seguir expandiendo los mercados, que es la esencia de la globalización.
Hoy en día los docentes tienen competencia en la formación a distancia y virtual. Y más aún, los estudiantes llegan a la educación superior con altas competencias tecnológicas. Esto es real y contundente para continuar aumentando la cobertura en el territorio nacional y así seguir potencializando las regiones como lo vienen haciendo el SENA, la ESAP y muchas universidades.
Así las cosas, ¿Cómo es la formación a distancia y virtual? En términos académicos, el estudiante debe leer los contenidos que les envían de manera individual, y elaborar su resumen como primer momento. Posteriormente el estudiante se reúne en Cipa o grupo de trabajo, confrontan ideas de la lectura y llegan a unos acuerdos y desacuerdos, construyen un ensayo, y este es el segundo momento. Llega la fecha del encuentro con el tutor, sea presencial o virtual, los estudiantes toman la palabra y comienzan a dinamizar la clase donde todos los alumnos de una manera u otra terminan participando, ocurren aprendizajes significativos y permite sentirse en confianza con el docente y sus demás compañeros, este es el tercer momento de la metodología a distancia y virtual.
En el encuentro con el tutor, presencial o virtual, es fácil darse cuenta quién leyó los contenidos. No es bueno pretender imponer reglas fueras de estas que caracterizan la educación a distancia y virtual. Por supuesto que habrá momentos de exposiciones tanto de los estudiantes como del docente, talleres y espacio para la investigación, pero, nunca desarrollar clases magistrales que en muchas ocasiones limitan la participación del estudiante y desvirtúa la flexibilidad de la modalidad.
PD: Como muchos y muchas Cartageneros(as) nos alegramos por la libertad de Judith Pinedo Flórez, al fin se hizo justicia con la Mariamulata como a ella misma le gusta que la distingan.
