Ya no hay mucho que contar sobre el megaproyecto Transcaribe. Todo el mundo sabe de su atraso, y no es un elefante blanco, sino un mamut histórico que nos han metido a los ciudadanos desde el palacio de la aduana y orquestado su aparato constructor e interventor desde el nivel central. Se pasea frente a nuestras propias narices, y sale cuando necesita más dinero -Todos ponen y todos comen- Desde el nivel más bajo hasta el más encumbrado.”Marica el último”
Es bueno que se sepa, que el proyecto inicial fue calculado en 270 mil millones de pesos, hoy está llegando casi a un billón de pesos, 750 mil millones para ser más exacto, y todavía no se vislumbra su entrada en operación. Ojalá se termine lo más pronto posible, porque el daño enorme que ha ocasionado su implementación no tiene límite. Las pérdidas económicas son incalculables y el deterioro humano es evidente. – Llama la atención que los ambientalistas no hayan calculado el daño ambiental que ha ocasionado a la ciudad- La contaminación es alarmante.
Y también es bueno saber, ¿quiénes son los interventores de las obras de Transcaribe?, sin ser ingeniero, me imagino que cada tramo tiene su propia interventoría. Entonces, como están las cosas, ¿por qué nunca ha habido un pronunciamiento de parte de ellas? Aquí es cuando muchos afirman y con razón, que Transcaribe es una manguala exitosa. Debe serlo, sino pregúntaselo a sus directores, constructores e interventores.
No se justifica que el distrito tenga que endeudarse más de lo que está hacia el futuro con el fin de terminar Transcaribe. ¿Esto es legal o ilegal? Aquí estoy de acuerdo con la posición del Concejo distrital, “que lo que hace falta por terminar que lo asuma la nación” Es sano para la ciudad y sus finanzas. Ahora, las Empresas Públicas de Medellín, también podrían entrar como socias capitalistas del proyecto, tienen la experiencia y la plata, manos a la obra. Y de paso ayuda al distrito, en semejante vaca loca en que se metió el alcalde Dionisio Vélez de ser operador del sistema con el 30% faltante. ((http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-14885915) y (http://www.eluniversal.com.co/cartagena/transcaribe-podria-ser-el-tercer-operador-del-sistema-integrado-de-transporte-177395)
Transcaribe seguirá dando tumbos para su entrada en operación, o por lo menos para terminar todas sus obras. Y muchos interventores y constructores están seguros que la plata sale de algún lado, así como salió del Banco Mundial para sus inicios hacen más de 8 años.
Pareciera que no hubiera diferencias entre una interventoría y el constructor de las obras. La moda ahora es que el constructor contrata con su propio interventor a bordo…. Y para colmo de males, también va incluida la veeduría ciudadana. Por eso es que, en Cartagena no hay contrato que no reciba por su atraso un otrosí. Si no se lo dan, al cabo de algún tiempo observamos que los constructores terminan demandando al distrito, como acaba de pasar con la empresa española que ganó la licitación del ramo 5A de Transcaribe. -No hay derecho, o sí lo hay para obtener jugosas ganancias millonarias-
Este famoso tramo, el 5A, según el director del SITM y el constructor será entregado a mitad Febrero del 2015 y enseguida se licitará para el estación frente al mercado de Bazurto (http://www.eluniversal.com.co/cartagena/el-tramo-5a-de-transcaribe-estara-listo-en-febrero-181700) Pero no hay tanta belleza, la plata no alcanza. Y no hay de dónde coger. Sería una irresponsabilidad seguir endeudando al distrito. Ya no aguanta más.
Y por último, los ciudadanos y ciudadanas debemos seguir esperando la terminación de un megaproyecto que no es nuestro, y no estamos tan seguros que sea la solución al problema de movilidad que tiene históricamente la ciudad. “Amanecerá y veremos como dicen los abuelos”
Felicitaciones a todos(as) los(as) periodistas en su día