Un alcalde o alcaldesa no tan untados de política


Volvemos a repetir y reiterar que Cartagena elegirá nuevamente un alcalde o alcaldesa no tan untados de política. Esa ha sido la tendencia del poder del voto en las últimas tres elecciones y estoy casi seguro que este año no cambiará. Caso distinto se presenta con la elección del gobernador, donde la politiquería en todo su esplendor sigue arrasando las conciencias de los electores.

Eso es bueno que esté pasando. El ciudadano cada día toma más participación en los asuntos distritales, no cabe la menor duda. Ahí su comportamiento en las urnas. Son tantos esfuerzos de muchos y muchas desde diferentes ángulos, escenarios, vocaciones y voluntades que hemos venido insistiendo en que elijamos bien a nuestros dirigentes. La tarea no ha terminado, pero muestra síntomas de un entendimiento masivo, por los logros alcanzados.-Una alcaldesa y dos alcaldes elegidos no tan untados de política- Independientemente de cómo fueron sus mandatos.

La tendencia es tendencia, y precisamente en mediciones de encuestas termina imponiéndose. Ese ha sido el actuar de los ciudadanos, aunque les ha tocado enfrentar el carrusel, la compra de votos descaradamente, la extorsión, el suéter, la botella de ron, la lámina de zinc o eternit, el ciento de block, la bolsa de cemento, el sancocho, la lista de libros, la fórmula médica y hasta noches de placer. Todo eso lo han soportado, ¿y cómo?, aceptan todo y al momento de votar votan por el candidato menos político. -El voto es secreto y libre- Quizás se esté entrando al fenómeno de democracia global y la alta probabilidad que estemos frente al Proyecto Multitud, de que hablan los investigadores sociales, Michael Hardt y Antonio Negri en su reflexión sobre la Multitud.-Quizás, quizás-

Hay personas y hasta familias enteras que logran vender el voto dos veces el mismo día de las elecciones. Las pruebas biométricas van en esa dirección, impedir que personas inescrupulosas sigan considerando los procesos electorales como una fuente de conseguir dinero. Es un blindaje para los inversionistas y los candidatos.

Y con todo eso, muchos, pero muchos siguen vendiendo el voto…. y de todos los estratos. Es posible que este año la venta sea mayor y los pecios estén por las nubes. Sin embargo, el riesgo es todavía más alto, comprar muchos votos pero al final perder las elecciones. Esto desaparecerá con el tiempo, la compra de votos, y seguramente las elecciones serán un día como cualquiera, los ciudadanos libremente votando por su candidato y programa de gobierno.

El comportamiento para elegir gobernador es totalmente diferente. En este proceso siguen a ultranza los viejos vicios para alcanzar el poder. Existen indicios de cambio en algunas regiones, aunque todavía están muy lejos de saber escoger un buen candidato de un politiquero. El derroche de dinero es el común denominador, el compadrazgo funciona y la intimidación sigue tan vigente como si nada. –No se pueden esconder realidades casi seculares-

El tiempo se encargará de darnos la razón. Hay candidatos a la alcaldía y gobernación que no han salido a la luz pública. Candidaturas como la de Pastor Jaramillo, oxigenan la democracia, lo mismo que las de Yolanda Wong, Rodrigo Arzuza y Julio Alandete. Son experimentos políticos que marcan diferencias y tienen el sello de no estar untados de tanta política. -Por no decir politiquería-


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