Uribe vuelve al senado


Sin precedente en la historia reciente de Colombia, sí se dan los apoyos electorales lo tendremos en el congreso. ¿Eso es bueno o malo? Cada quien podrá sacar sus propias conclusiones. Lo que sí es cierto, es que debe recoger firmas suficientes para ser aceptado su Centro Democrático como partido político. Y que Santos lo hizo lanzar al ruedo.

Ahora sí mi lectura de este evento. No estoy muy convencido de su candidatura. Su dignidad actual le da más propiedad para opinar sobre el país. Debería crear una fundación y seguir trabajando por su país. Darle pasos a sus más cercanos amigos, dentro de la mecánica política. Pareciera que él solo es suficiente y el solo llena el recipiente. Da muestras como si estuviera en una competencia personal, no se sabe contra quién. Podría ser contra él mismo. Sus amigos lo idolatran para capitalizar su popularidad. Y lo llamativo, en la lista cerrada sólo el suma, algunos hasta restan, José Obdulio por ejemplo.

Fue presidente dos veces seguidas, una legítima y la otra también, pero, doblegando a la constitución nacional. Todavía hay evidencias y enjuiciamientos sobre la manera como hicieron que se diera esa segunda elección. Y quiso llegar a una tercera. Pero no pudo.

Con su grupo Centro Democrático piensa lograr una curul. Repetirá investidura de senador, posicionándolo en el templo de la democracia colombiana. Dados sus dotes de gran orador, la etiqueta de expresidente y su acuciosa forma de decir las cosas. Uribe, con todas sus inmunidades por su condición especial, no estará exento de recibir los mismos tratos de cualquier legislador. Seguramente que, vendrán ataques por todos los frentes, estará expuesto a que le cobren muchas facturas políticas. A eso se expone. Pero, aquí radica su interés de regresar para que se logre saber la verdad de la verdad de lo que ha pasado en el país.

Ya en el senado, el gran líder y seguramente con un gran número de su lista cerrada, comenzará su trabajo de acercamiento con otros partidos para hacerle oposición al gobierno, ahora sí con poder de decisión y con derecho al veto y al voto. Santos fundó el partido de la U y lo eligió presidente. Y Uribe con su aceptación popular hizo elegir a Santos. Son dos hechos distintos y dos gobernantes distantes. Nadie se debe y menos nadie debe cobrar al otro. Pero ambos tienen su parcela en el partido de la U. La puja política será interesante.

SI a mí me preguntaran que definiera sarcásticamente la personalidad del presidente Santos y el expresidente Uribe, respondería: Santos habla menos y piensa más. Y Uribe habla más y piensa menos.

Una nueva página democrática se escribirá en Colombia. Y bienvenido el debate con altura que comience a construir en el colectivo ciudadano, una nueva manera de criticar, cuestionar sin ser respondido con amenazas e intimidaciones por discrepar de las políticas públicas del gobierno de turno. Época oscura y sangrienta como fue en el pasado reciente y nadie espera que se vuelva a repetir.

Uribe vuelve al senado, ¿será cierto o es una estrategia política? Amanecerá y veremos.


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