La figura del vicepresidente en Colombia, fue traída al escenario nuevamente por la constitución de 1991. Desde cuando Rafael Reyes destituyó a Raúl González por allá en el siglo XIX, no se había utilizado. Y unos años anteriores a la nueva constitución, este importante cargo para suplir las faltas temporales o absolutas del presidente se llamaba designado. El más célebre designado, Carlos Lemos Simmonds que se pensionó con salario de presidente por ocupar la presidencia una semana.
Bueno, pero el caso es que la vicepresidencia ha tomado cada día más importancia, sus responsabilidades dentro del gobierno son cada vez más visibles y ya no son una rueda suelta como se veía antes. La fórmula presidencial, aparece en el tarjetón y al momento del debate electoral, los ciudadanos votamos por un presidente y un vicepresidente por cuatro años.
Acabamos de presenciar la renuncia del vicepresidente elegido popularmente y la designación de su reemplazo ipso facto. Para la democracia este proceder no es el más adecuado, es otro fast track. Vargas Lleras fue elegido popularmente, y muchos votos de él sirvieron para elegir a Santos. El excelente general aparece en paracaídas a ocupar un cargo para el cual no fue elegido. El congreso lo designó para terminar el periodo. ¿Será una jugada maestra que frena las pretensiones del general llegar a ser presidente?
El general Naranjo, no pertenece a ningún partido político. Es un policía retirado con los máximos honores. Cumplió una misión importante al frente de esta institución, que le valió ser negociador en los Acuerdos de La Habana. Todo eso está bien, pero nunca fue elegido. El reemplazo del vicepresidente debería ser una persona cercana al presidente y de su mismo partido político.
Por qué se afirma esto. Muy sencillo. ¿Qué significa para la democracia si el presidente renuncia a su cargo? ¿Si el presidente muere por un accidente o muerte natural? Subiría a reemplazarlo una persona que jamás la eligió el pueblo colombiano. El congreso en pleno se creerá dueño del gobierno. -Aquí existe un vacío de poder-. Que en mi parecer, los directos responsables de salvaguardar la presidencia en un caso de estos, es el congreso, como ya lo vivimos recientemente con la destitución de Dilma Rousseff en Brasil.
P.D. Y hablando del bajo mundo, Andrés Pastrana como presidente de Colombia violentó la Constitución de 1991 y el régimen municipal nombrando a Gina Benedetti como alcaldesa encargada en reemplazo de Nicolás Curi, con la complacencia de los dirigentes locales. Le correspondía convocar a elecciones atípicas en Cartagena.