EL "MITONARIO" DE JOCE DANIELS


 

                                                                          EL "MITONARIO DANIELS" [1],

UNA AVENTURA INVESTIGATIVA CON MAGNÍFICOS RESULTADOS 

Inicio la presentación de este obra en su segunda edición, caracterizando su escritura como el resultado de una investigación sobre los mitos y la ciencia que los estudia, la mitografía. A mí se me ocurre que este trabajo investigativo fue una especie de aventura exitosa y bien desarrollada por el autor mitógrafo y mitólogo Joce Guillermo Daniels García, el Marqués de la Taruya, en la cual invirtió más de veinte años de buceos documentales, de tratados bibliográficos y recopilación de tradiciones orales, al entrar en contacto con descendientes de comunidades originarias, como fuentes primarias y secundarias de información.

 

Veinte años de estudio no es cualquier tiempo. Es un lapso de minuciosa y ardua labor de comprensión, de tarea analítica, descriptiva, narrativa, interpretativa, expositiva y argumentativa, al compás de la observación, elaboración de clasificaciones taxonómicas, ordenación de hallazgos y sistematización de informaciones y datos obtenidos. Es un marco temporal en la vida de Joce Daniels que inspira respeto, aprecio y reconocimiento. Todo esto, sin tener en cuenta las primeras motivaciones que sobre el tema nacieron en él, desde muy niño, en el seno familiar, cuando sus padres, abuelos y abuelas le hablan de mitos, cuentos, relatos y leyendas. 

Espero que yo pueda darme a entender lo mejor posible cuando empleo la palabra aventura, con cierto sentido figurado. Pues si bien esta obra no es un acontecimiento extraño, ni una casualidad, tampoco es una empresa de resultado incierto, como sucede cuando nos damos a la mar sin un mapa de ruta preconcebido, y sin bitácora donde ir anotando el día a día de la dirección de los vientos, el repórter de la voz del sol y el rugido de las olas. Como aventura, se sabe que toda investigación tiene sus riesgos, pero la ciencia y el arte de investigar radican en minimizar los niveles de riesgo y he aquí que esta obra es un producto de buena acogida porque resuelve problemas académicos, del conocimiento y de la cultura, y se ofrece a la crítica, como sucede con toda creación del talento humano, a la luz de los juicios de valor de los sabios y entendidos. Y en cuanto a la aventura como “relación amorosa ocasional” (RAE), aquí sí, nada qué ver con lo ocasional, pues su autor se casó con el tema de su obra, desde muy joven y para siempre. 

La aventura que representa la concepción, gestación y parto de esta obra, no es cualquier cadena de episodios creativos del intelecto. En esta obra queda claro que la mitografía es el estudio de mitos y leyendas antiguas que conforman la mitología y cosmogonía de un pueblo. Podríamos decir que, como consecuencia de lo hecho, el Joce Daniels mitógrafo es un evidente «coleccionista de mitos». Pero, a mi juicio, él es más que un “coleccionista” porque su obra tiene el carácter de literatura y ciencia que estudia la formación (origen) y desarrollo (explicación) de los mitos en diversos escenarios del tiempo histórico.

Por el lado de la mitología, encontramos que el Mitonario Daniels, o Nuevo Diccionario Académico de Mitología Universal, como su nombre lo indica, contiene un enjambre de mitos, relatos y leyendas, referidas a las religiones y la cultura cosmogónica del mundo occidental, oriental, el cercano oriente, el medio oriente, el lejano oriente, (Europa, Asia, África, América –insular y continental: Norteamérica, Mesoamérica y Latinoamérica–, la Antártida y Oceanía o el novísimo continente). Aquí llamo la atención sobre los mitos precolombinos y, en especial, los de Colombia y los del Caribe mágico y sincrético que todavía dan pie para emprender otras investigaciones, y creaciones desde la antropología cultural, la etnografía, el arte, la literatura, la ontología y la filosofía de la religión. Y también el lector podrá encontrarse con lugares míticos que solo existían o siguen existiendo en las esferas de la fantasía y la imaginación, y en el universo simbólico de los pueblos. Pero también aparecen espacios reales mitificados por vates y poetas, como visiones legendarias, a nombre de la poesía de la historia.   

El Mitonario está diseñado en formato de diccionario. Los mitos y las leyendas están distribuidos en orden alfabético, es decir, desde la letra A hasta la Z. Al final, el autor arma unos cuadros y recuadros con sentido de síntesis didáctica, cada uno encabezado, mediante los siguientes títulos: 

 

  • Descendencia de Zeus, padre de los dioses. (inmortales y mortales).
  • Panteón de la mitología griega y latina.
  • Dioses del panteón egipcio.
  • Dioses del panteón hindú.
  • Dioses y lugares de la mitología nórdica.
  • Dioses del panteón azteca.
  • Divinidades del panteón Yoruba.
  • Expedición de los argonautas. 

En concordancia con estas clasificaciones metodológicas sobre el estudio de los mitos, los mitólogos y mitógrafos han establecido otras clasificaciones más específicas como son las de los mitos cosmogónicos o etiológicos, mitos antropogénicos, mitos astrales, mitos demiúrgicos, mitos mesiánicos, mitos escatológicos, mitos morales, mitos fundacionales, Casi todos estos mitos el lector los puede identificar en las páginas ilustrativas del Mitonario Daniels. 

     

Me es extraño que en la bibliografía que trae el Mitonario, y las obras leídas que nos ofrece su autor, no aparezcan unos referentes importantes como la “Enciclopedia de Mitología”, de Víctor Civita, un periodista norteamericano, descendiente de judíos italianos, y naturalizado brasileño. Otra obra medular sobre esta temática, es “Mito y realidad”, del rumano Mircea Eliade, miembro de la iglesia ortodoxa rumana, un antisemita defendido por sus alumnos judíos en Chicago.

  

Destaco así lo anterior porque sé que Joce Daniels conoce estas obras y autores mencionados, y otros más de estirpe latinoamericana, que de seguro, los abordará en la tercera edición de esta obra magistral. Y subrayo magistral, atendiendo a la semántica del término que denota lo relacionado con “el ejercicio del magisterio o el maestro”, y, además, “algo que se hace con maestría o habilidad”. (WordReference y RAE). De esto modo, destaco que la estructura de la forma y la estructura del contenido son de suyo coherentes porque, en su esencia, la obra está destinada al lector universal que siempre quiere estar informado y atraído por temas de esta naturaleza. 

Finalmente, tres acotaciones que considero bastante singulares: 

  1. En la estructura del mito y las mitologías, los académicos identificamos construcciones de visón de mundo, conocimientos y saberes que le otorgan sentido a la vida al generarse su aparición en los tiempos mito-poéticos, y más allá de los tiempos pre-alfabéticos o primordiales. Considero, muy concluyentemente, que el estudio crítico de los mitos antiguos –y los modernos–, desde el contexto de lo sagrado y lo simbólico, desde perspectivas interdisciplinarias, es un reto intelectual y espiritual que nos permite reactualizar y generar, en épocas de brutalidad y de violencia, conciencia de humanidad, actitudes de compresión y de respeto hacia los valores naturales y los eternos (sobrenaturales) que reafirman la dignidad de la vida en sus múltiples manifestaciones, la paz, el amor, la espiritualidad, y la justicia. 

     

  2. Por vía de excepción, de inmediato es necesario aclarar que es difícil para algunos mitógrafos modernos convencer a todo el género humano de que el Dios judeocristiano, es una de las tantas narraciones sagradas preñadas del poder más inefable, es decir, una deidad portentosa entre los mitos creados por el hombre. Asumimos que la verdad sobrenatural del Dios de dioses, por razones de fe y de ciencia, es muchísimo más que un mito creado por la cultura humana. Él es el Dios, el Creador, autor de la fe, que lo sentimos alcanzándonos de revelación en revelación. Él es el Dios viviente, el que todo lo puede, el que nos salva y nos resguarda. 

   3. El ejercicio académico que edifica ciencia, arte y cultura, en Colombia y el mundo, como el que diariamente realiza Daniels, con        la palabra de Cervantes y demás ilustres cultores del lenguaje, la lengua y el habla castellanas, merece ser recibido y exaltado,        en un día como hoy, 23 de abril, Día del Idioma, con sinceros aplausos y expresiones sinceras de gratitud y reconocimiento.            Bienvenido sea Joce Daniel y su Mitonario entre nosotros.  Gracias.      

      Cartagena de Indias 23 de abril de 2019

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[1] Joce G. Daniels G. (Colombia)

Nació en una casa ubicada a orillas de Yuma, una noche de tamboras, farotas y chandé en la Albarrada de Talaigua Nuevo, Colombia, el 28 de julio de 1948, en el hogar formado por don Tomás Daniels y doña Dona García. Docente, periodista, narrador, ensayista, abogado, investigador, pero especialmente mitólogo. Estudió en el Colegio Nacional Pinillos de Mompox. Ingresó al Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de la Ceja (Antioquia) en donde permaneció tres años. Vinculado a varios medios, como columnista de opinión, entre ellos El Espectador, El TIEMPO Caribe, Diario de la Costa, Caribe Libre, Costa Norte, Diario La Libertad y el periódico La Verdad. Es autor de los libros "Cartagena de Indias en la PLUMA de Judith Porto de González (Ensayos-2006)", "El Millero Encantado" (Novela 2004), "Diccionario de Mitos y Leyendas" (1999), "Historia, Leyendas y Tradiciones de Talaigua" (1997), "Los Versos más bellos de la poesía bolivarense" – Antología I- (1996), "Mi tiempo en EL TIEMPO (2003)", "Mitonario DANIELS (2007)", "El lenguaje literario" (2003), Perífrasis y Paralipómenos (2009), Libros y Dedicatorias (2011) y Cuentos de la Realidad y la Fantasía (2011) Fundador del Parlamento Nacional de Escritores de Colombia, evento que se realiza anualmente en la ciudad de Cartagena de Indias, donde reside desde el 1978.

   

                                                                                                                  


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