El fútbol urge de la tecnología


La pasaron más de cinco veces y seguía siendo difícil de apreciar. Todos los arbitros estaban comunicados y además se ayudaban con un monitor para determinar si hubo, o no hubo gol. Finalmente, determinaron, con la ayuda de la tecnología, que hubo gol. Y pensé: es increíble que el rubby, un deporte que lo practican pocos países, recurre a la tecnología para deliberar sobre una jugada dudosa y el fútbol se resiste a hacerlo. Recordé que en el fútbol muchos goles legítimos se han invalidado y viceversa, por no apelar a la tecnología
Todos los deportes utilizan la tecnología. El tenis para saber si una pelota fue buena o mala, el ciclismo para saber quién ganó en un embalaje cerrado, la Fórmula 1, la natación, el motociclismo etc., menos el fútbol.
Lo vimos en los pasados Juegos Olímpicos de Londres donde Colombia se ganó una medalla de bronce en taekwondo luego del reclamo que hizo el entrenador por una maniobra dudosa y que gracias a la tecnología se verificó que el colombiano tenía razón y no el juez. Y se cambió la decisión y se hizo justicia.
Pero los dirigentes del fútbol parece que vivieran en el siglo pasado, no quieren evolucionar, no quieren entender que cuando se utiliza la tecnología todos ganan. Se evita que los arbitros cometan errores graves por las malas apreciaciones. Gana el espectáculo porque al haber justicia en el juego se impiden tragedias o suspicacias, como las hemos visto en muchas ocasiones por las decisiones arbitrales. Sin embargo, los dirigentes todavía se aferran al ojo humano, que es proclive al error, como si el uso de la tecnología atentara contra la esencia del deporte. Absurda y obsoleta creencia.
Ellos se tranzan en unas polémicas personales. Michael Platini, presidente de la Uefa, considera difícil la implementación de la tecnología para resolver jugadas como el fuera de lugar y se opone al uso de la misma en la línea de gol, la cual quiere experimentar la FIFA en el Mundial de Clubes. El señor Platini, que fue jugador, argumenta que implantar la tecnología sobre la línea de gol cuesta 32 millones de euros en el primer año y 54 millones de euros en cinco años, mientras, según él, los arbitros le cuestan 2,3 millones de euros. Para el dirigente la cuestión es de dinero, lo demás no cuenta. Grave para el fútbol porque Platini aspira a ser presidente de la FIFA.
¡Se imaginan ustedes el mundo con la mentalidad de los dirigentes del fútbol?, Seguramente estaríamos todavía en el siglo XIX.


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