La noticia no me sorprendió, sino me pareció curiosa. Lo que me sorprendió fueron los comentarios de la gente en torno a la noticia. La mayoría, vetan el hecho por inmoral. Incluso el sindicato local del fútbol griego protestó aduciendo que la venta de sexo en el fútbol debe mantenerse fuera del deporte. Quienes estaban de acuerdo, la minoría, desde la misma propietaria del establecimiento, la justificaba. “La mayoría de los jóvenes han estado en estos lugares porque es una necesidad humana”, argumenta la patrocinadora.
Pero más allá de que se esté o no de acuerdo con el patrocinio, lo que existe es una doble moral en torno al tema del sexo. Bueno, también del alcohol, tabaco y drogas.
No me imagino un equipo colombiano patrocinado por un motel. Sería el escándalo del año.
Sin embargo, hasta hace poco el principal patrocinador del fútbol colombiano era el tabaco , a través de los cigarrillos y las licoreras. Hasta que la Ley lo vetó (según las estadísticas el consumo no ha bajado). Hoy encontramos muchos equipos que tienen como patrocinadora a la cerveza. Aún no la han vetado. Así que pensar en la posibilidad de que un equipo lleve el patrocinio de un motel no es descabellado, (La Ley no lo prohíbe) máxime cuando los equipos colombianos llevan en sus camisetas hasta siete patrocinadores. Me parece que es sano que nos vayamos dejando de tabúes en torno a esta clase de temas. Repito, no juzgo si es bueno o malo. Simplemente, veo un mundo cada vez más globalizado, con una competencia desbordada y despiadada. Y he visto que cuando se trata de vender un producto, especialmente en épocas de crisis, cualquier cosa puede pasar en materia de publicidad.
