Al EPA le falta eco


Es realmente inconcebible la manera como funcionarios públicos de la Administración Distrital se gastan los recursos en estudios y proyectos que casi nunca se llevan a cabo porque, como siempre, la plata no alcanza para su ejecución o mantenimiento. Entonces me pregunto ¿de qué sirve tanto estudio?

Lo peor es que hay tantos medios para hacer esos estudios a un menor costo. Entre ellos se cuentan las alianzas con las universidades, con las comunidades, con las fundaciones y el sector privado. Así hacen en ciudades como Medellín y Bogotá y por eso es que gran parte de los proyectos se hacen realidad, a diferencia de lo que ocurre en Cartagena, como si la plata sobrara.
En el caso de los 614 millones de pesos que el Establecimiento Público Ambiental (EPA Cartagena) quiere destinar para el censo de los árboles de la ciudad. ¿De qué le sirve a la ciudadanía conocer cuántos árboles hay sembrados en Cartagena, si desconoce las normas por las cuales está prohibido talarlos y la importancia de la arborización.
Ahora, si el EPA quiere realmente contar los árboles, por qué no inventa una estrategia en donde se involucre a la comunidad, Juntas de Acción Comunal, colegios y Universidades para hacer este trabajo y así se ahorra este dinero y lo invierte en otros planes realmente beneficiosos como la educación ambiental, que buena falta hace entre los cartageneros.
En mi opinión, una de las cosas que ha hecho que los cartageneros sean tan indiferentes a los problemas de la ciudad, es precisamente la apatía demostrada por las Administraciones para hacerlos parate del mismo. Nunca la ciudadanía está presente en los proyectos (al parecer hay mucha plata para pagarle a otros para que hagan todo).
Traigo a colación la limpieza del Mercado de Bazurto, un buen ejemplo de exclusión ciudadana. Cuando se le hizo la limpieza en la que también se gastaron un montón de plata, no se tuvo en cuenta a los vendedores y a quienes lo ensucian para que colaboraran. Todo lo contrario; se les mandó a sus casas para que descansaran. Cuando volvieron al Mercado encontraron todo limpio y lindo, pero como no les costó ningún esfuerzo, volvieron a ensuciarlo, a contaminarlo y a arrojar basuras en sus calles, hasta el punto que hoy parece que no se le hubiese hecho nada y la platica de los cartageneros, se volvió a botar.
Otra cosa distinta hubiese sido si ellos hubiesen limpiado y las autoridades hicieran constantes monitoreos y campañas de educación y abrieran una línea de denuncias para quienes mantienen el Mercado como un chiquero.
En el caso de los árboles, si el EPA pensara en las comunidades y trabajara de la mano con ellas, en proyectos de educación ambiental, que es lo que realmente hace falta, muy seguramente no sólo se contarían los árboles sino que la gente también tomaría conciencia.
El EPA no solo se haría más visible ante las comunidades, sino que las comunidades creerían en el y lo apoyarían.
MI PROPUESTA PARA EL CENSO DE LOS ÁRBOLES
Involucrar a la comunidad, hacerla parte del proyecto y motivarla para que sienta que el proyecto es de ellos y para el bien de todos.
En cada barrio se pueden unir las JAC, la comunidad, los colegios, universidades y empresas y entre todos a través de campañas educativas, recreativas y medios de comunicación se podrían contar los árboles.
Se pueden buscar ciudadanos voluntarios de los mismos barrios para que cuenten los árboles en su calle o cuadra. Seguro que habrá muchos dispuestos ha hacer la tarea.
Y con la plata que se ahorre trabajar mucho en el tema de educación ambiental.
Seguro que mi propuesta se puede llevar a cabo siempre y cuando haya la voluntad política y funcionario idóneos que no piensen en malgastarse la plata del pueblo, sino en invertirla adecuadamente.


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