Hace poco dijimos “ADIÓS AL CRECIMIENTO” apostando por vivir bien en un mundo solidario y sostenible y ahora este vídeo, realizado por varios colectivos vascos, nos explica de forma muy gráfica qué es el famoso decrecimiento.
No se trata de volver a las cavernas ni prescindir de tecnología como algunos creen, sino que se defiende una vida que merezca la pena ser vivida, por todos.
Aprendamos del caracol que camina lento pero llega lejos…
Vive en un mundo donde la norma es crecer, un mundo donde el crecimiento se presenta como solución a las crisis. Sin embargo, sabe que afortunadamente existen otras alternativas.
El Decreciemiento en vez de insistir e insistir en el incremento de la producción y el consumo, pone en el centro de su discurso la sostenibilidad de la vida. No de una vida cualquiera, sino de una vida que merezca la pena ser vivida, y para eso tenemos que reconocer que somos seres ecodependientes e interdependientes ¿pero… qué significa que somos seres ecodependientes?
Significa que estamos ligadas a la naturaleza, sin ella no sería posible la vida. No es posible un crecimiento económico sin límites, no podemos crecer infinitamente en un planeta limitado, donde los recursos son, por definición, finitos.
Cuando olvidamos nuestra ecodependencia, rompemos los ritmos y equilibrios del ecosistema en el que vivimos. Es decir, rompemos la propia naturaleza a la que estamos ligadas.
Por otro lado, somos interdependientes y esto quiere decir que estamos ligadas al cuidado entre nosotras. Sin cuidados, sin relaciones, no podemos sobrevivir. La vida es una realidad de interdependencia. El Decrecimiento visibiliza y valora las actividades de cuidados. Este es un paso imprescindible para construir vidas que se preocupen por la propia vida.
Se nos ha acabado el minuto para explicar que es el Decrecimiento…Y precisamente por eso, vamos a continuar explicándolo. Porque en el Decrecimiento avanzamos lento, pero avanzamos. Y es que el Decrecimiento es este caracol, por ejemplo. Este caracol construye su casa encima de sí hasta que siente que no va a poder arrastrar más peso y da por terminada la tarea, el caracol sabe parar, y decrecer si ha sobrepasado su peso. En el Decrecimiento hacemos lo mismo. Caminamos lento, porque vamos lejos.
Fuente: Decrecimiento y buen vivir
