Ni el traer a Ámparo Grisales, madrina del evento, y a otros actores y artistas, ha motivado a los inversionistas a contribuir por la causa.
Del 26 al 28 de agosto se llevará a cabo en Cartagena la tercera versión del Festival Mundial de la Tierra, un evento que tiene como misión la movilización de los actores del medio ambiente y el desarrollo sostenible, para que expresen simultáneamente su compromiso con el planeta y las generaciones futuras.
Este Festival es reconocido por la UNESCO como “Actividad del decenio para la educación en desarrollo sostenible (2005-2014)” y la idea es que se organice con recursos aportados por empresas, entidades, organizaciones y particulares, a fin de involucrarlos y hacer que tomen conciencia ambiental y muestren lo que hacen en este sentido.
Sin embargo no es tan fácil, y sobre todo en Cartagena donde el tema ambiental no es tan llamativo como un concierto de champeta.
Hace un par de días me reuní con Omayra Grisales, directora del evento, quien me comentaba lo sorprendida que estaba ante la indiferencia de los empresarios cartageneros y parte del sector público al que, dice, ha recurrido en varias ocasiones solicitando ayuda.
Ni el traer a Ámparo Grisales, madrina del evento, y a otros actores y artistas, ha motivado a los inversionistas a contribuir por la causa.
Según Omayra, desde hace más de 10 meses, cuando se vino de Canadá, a organizar el evento, ha tocado a la puerta de más de 50 empresas, incluyendo a las de Mamonal, donde no recibió el más mínimo apoyo, a diferencia de Medellín y Bogotá donde las empresas se involucraron y organizaron el Festival, pues ésta es precisamente una de las alternativas para generar conciencia pública a favor de los recursos naturales.
Lo que más le indigna, expresa, es que son algunas de éstas empresas, las que más contaminan con sus vertimientos, las que fabrican y utilizan productos químicos que atentan contra la salud y la biodiversidad, y son ellas las que incitan al consumismo y son ellas las que deberían hacer campañas ambientales que ayuden a tomar conciencia ambiental entre los cartageneros, pero de nuevo queda demostrado que el tema ambiental no les interesa, aunque hayan leyes que los obligan a hacer parte de las campañas de conciencia ambiental, a recoger toda la basura que producen, derivada de sus productos, etc.
“Ojalá cambien esa actitud y empiecen a hacer algo, pues es de los recursos naturales de donde proviene su materia prima, con la que pueden fabricar todos sus productos, sin los recursos naturales no son nada, no funcionan, pero parece que aún no lo han entendido”, dice.