El lunes pasado, eran casi las 8:00 de la noche y mientras iba caminado vi como un “escobita” (persona que barre las calles) se esmeraba por dejar los alrededores del Parque Bolívar sin rastro de basura, entonces me acerqué y le pregunté: Señor, ¿Usted cree que si la gente deja de arrojar basura a la calle usted perderá su trabajo? Y con mucha seguridad me respondió: “¡Claro que nooo!, en la calle no sólo hay basura, también hay hojas que caen de los árboles y tierra para barrer y recoger”.
El “escobita” al igual que yo, cree que ese mito, propio de algunos cartageneros, que dice que arroja basura a la calle porque sino los escobitas se quedan sin trabajo, es simplemente una excusa y muestra de su inconsciente, desaseo e ignorancia. Esta comprobado que aunque tengan la caneca de basura al lado, siempre preferirá tirar la basura a la calle.
El escobita me contó que a veces siente que su trabajo no vale nada porque la gente no lo valora, antes por el contrario, mientras está barriendo van detrás echándole basura.
Me preguntó que si yo sabía cuál era la ciudad más limpia del país y supuse que era Medellín, pero me dijo que era Bucaramanga: “Yo nunca ha ido por allá pero me imagino como se verá de bonita sin las basuras. Lastima que en Cartagena esto no va a cambiar nunca”, me comentó.
Pero como va a cambiar si no hay autoridad para educar, para poner control ni para sancionar.
Hace más de un mes el Concejo Distrital aprobó el Decreto del Comparendo Ambiental que hace que la Policía y las autoridades ambientales pongan control a las infracciones ambientales que van desde tirar basuras a la calle hasta contaminar un río.
Pero estoy segura que ni la Policía sabe nada, ni la Administración está haciendo algo, ojalá me equivoque.
Empezando porque la Policía “ecológica” de esta ciudad no conoce su propio Código, en lo referente al tema ambiental. Lo sé porque a veces veo como los carromulas llenos de escombros pasan campantes y sonantes al lado de ellos y los agentes, como si nada. Al preguntársele ¿por qué no lo detuvo? Responden: Eso le toca al EPA.
Propongo empezar a valorar el trabajo de esos escobitas, seres humanos que se la pasan limpiando la ciudad, para que se vea bonita, pero que a pesar de su esfuerzo, sigue siendo un basurero enorme.
Entre los castigos a los cochinos que arrojan basura a la calle debería estar hacer que barran durante un mes las calles de su barrio, para que le de pena y tome conciencia de que cada vez que tira basura a la calle, esa misma se va al mar, caños, cuerpos de agua y además de contaminar, causa inundaciones y mata a muchos animales marinos y aves.
Hay una frase muy bonita que dice: En derecho, la ignorancia se define como el “desconocimiento de la ley, el cual a nadie excusa, porque rige la necesaria presunción o ficción de que, promulgada aquella, han de saberla todos.