El profesor Prof. Orlando R. Pereira Bustillo, quiso que compartiera este artículo con los lectores del Eco de la naturaleza.
Después de la lamentable y trágica explosión en el año 1965 del antiguo Mercado Municipal de Cartagena, para entonces ubicado entre el Arsenal y el perímetro donde hoy se encuentra el Centro de Convenciones de Cartagena de Indias: Julio César Turbay Ayala, las autoridades municipales del momento optaron por su reubicación en el sector de “Las Quintas”, lugar este, donde actualmente se encuentra operando el envejecido, destartalado e insalubre dispensario de alimentos y servicios comerciales, Mercado de Bazurto.
Esa decisión, aunque acertada por lo que ella significaba para la época en beneficio del rescate de un sector colonial del barrio Getsemaní, así como para el saneamiento ambiental de la Bahía de las Animas en los predios del Arsenal y para la recuperación de tan importante espacio público para la movilidad ciudadana, después de casi 45 años de existencia se ha traducido en una verdadera “calamidad pública” para el Distrito Turístico de Cartagena de Indias.
Como era de suponer, la reubicación de esta Infraestructura Municipal, con el correr del tiempo modificó los estándares de calidad de vida de los residentes de las áreas circundantes, tales como, Pie de la Popa, El Albercón, Ave. Pedro de Heredia sector La Quinta, La Esperanza y el barrio Martínez Martelo, lo cual se tradujo en un Impacto Social Negativo, obligando a sus habitantes a desplazarse hacia otros lugares.
Este desplazamiento inducido, trajo consigo el posicionamiento en dichos lugares, de un inquilinato comercial, representado por tiendas y almacenes de variado perfil, talleres productores de bienes y servicios de toda índole, ventas informales desordenadas y otras actividades, lo que sumado a la concentración poblacional flotante cotidiana, a la ocupación indiscriminada del espacio público y al congestionamiento de transporte vehicular del lugar, lejos de representar una solución, convirtió al Mercado de Bazurto y sus áreas aledañas, en un “container” de problemas para el Distrito, para sus moradores, especialmente para los residentes del barrio Martínez Martelo y en una verdadera “Zona Roja” por la inseguridad reinante.
En un artículo titulado: Lagunas y Caños de Cartagena: Un Proyecto Sustentable, publicado en mi blogs: Ecología, Medio Ambiente y algo más.., establecía la relación entre el grado de contaminación que se vertía a esos Caños y Lagunas, especialmente a la Laguna de la Quinta, por el uso inadecuado y/o mal manejo de residuos sólidos y líquidos (aguas servidas), como resultado de las actividades humanas y comerciales del Mercado de Bazurto y otras, producto de la inconsciencia ciudadana, como es la creación de una “Islita” artificial por sedimentación inducida, lo que ocasiona un gran impacto ambiental negativo a la Laguna.
Muchos años de falsas promesas y desidia de los entes municipales (Concejo y Alcaldía) parecen no haber sido suficientes para la sensibilización y toma de decisiones, para dar respuesta y solución definitiva, al clamor de los cartageneros, en cuanto a la necesidad de definir sin postergaciones y vacilaciones, un lugar para la construcción de una Central de Abastos para Cartagena, que cumpla con las especificaciones Urbanísticas y Medio Ambientalistas, acordes con la vocación turística de la ciudad y que permita la posterior erradicación del actual mercado de Bazurto.
Considero que la erradicación del Mercado de Bazurto, no debería circunscribirse a la mera solución de un problema puntual. Su ejecución debe convertirse en un Proyecto Integral, que abarque en su primera etapa, la refacción o rediseño de la vieja estructura, a fin de que la Administración Municipal, en asociación estratégica con los entes de Administración Turística del Distrito, dé apertura a espacios culturales (anfiteatro parecido a la Media Torta de Bogotá), para el esparcimiento y la recreación ciudadana y posibilitaría la adecuación de locales turísticos para la comercialización de manualidades y artesanía.
La segunda y tercera etapa, estaría orientada al saneamiento ambiental y utilización de la Laguna de las Quintas, para el disfrute de paseos y deportes acuáticos, así como la vinculación del otrora Barrio Martínez Martelo con el desarrollo y embellecimiento de este sector de la ciudad.
Señor Alcalde Campo Elías Terán Dix, el refranero popular reza “Nadie es Profeta en su tierra”, pero seguro que usted lo será en Cartagena de Indias, su ciudad adoptiva. Bótela de “Jonrón”...usted tiene el bate, el equipo y la autoridad....adelante
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