Con indignación y rabia recibí la noticia de que un caballo cochero, esos que pasean a los turistas y visitantes por el Centro Histórico, había sido decomisado por desnutrición y lesiones físicas.
Mi rabia es precisamente porque no comprendo por qué la autoridad (Umata) debe esperar a que los animales lleguen a estas condiciones para tomar medidas.
Para nadie es un secreto que muchos de los caballos cocheros viven en condiciones deplorables, son mal alimentados y forzados a trabajar mas del tiempo que estipula la ley, sin embargo no pasa nada ante la vista de las autoridades y los ciudadanos.
Desde hace tres años estoy escuchando el mismo cuento en el que la autoridad dice que tomará las medidas necesarias para meter en cintura a quienes maltraten a los animales, incluyendo a los cocheros, pero del dicho al hecho hay mucho trecho, todo se queda en palabras.
Los turistas, visitantes y cartageneros, ciegos se suben a ellos.
En algunos casos he visto hasta seis personas montadas en el coche sin que los agentes del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), que tendría competencia para decomisar el coche, lo hagan.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar la mediocridad de la autoridad ambiental en esta ciudad? ¿Por qué no obligan a los cocheros a ponerles el microchip a los caballos, si es gratis?: Simplemente porque en esta ciudad no hay autoridad realmente interesada en acabar con el abuso de los animales.
La Umata dice que los dueños de los caballos no quieren poner el microchip pero esa no es una explicación válida. ¿Acaso no es la autoridad la que determina qué se debe, y no hacer? Si un cochero no quiere implementar el chip entonces que no ponga el caballo para trabajar.
Esto me recuerda el cuento de los taxistas que no quieren que se les implemente el taximetro, y como resultado está la queja de cientos de ciudadano inconformes con el servicio.
Entonces es cuando la ciudadanía empieza a hacer justicia por sus propia cuenta dando inicio a una problemática social generada por la negligencia de la autoridad.
La única manera de parar el abuso a los animales en esta ciudad es denunciando ante las autoridades de control, y en el caso de los caballos cocheros, no utilizar ese servicio, de esta manera los propietarios se verán obligados a prestar un mejor servicio y las autoridades a cumplir con su trabajo.