Una vez se repite la historia del burrito que se desploma en mitad de la calle tras el abuso de su dueño que lo cree de madera y lo pone a trabajar con exceso de carga.
Estos animales por lo general no son bien alimentados y no tienen descanso, para la muestra, otra muestra más - como si no fueran suficientes las que vemos a diario en las calles- la patinadora Anhlli Pérez Moreno, subió algunas imágenes al muro del Facebook, de la Fundación Ángeles con patas, en la que se ve a un burrito tirado en el piso, con una carreta acuestas.
Dice Anhilli que el suceso ocurrió hace 20 días en el barrio el Bosque (Avenida Buenos Aires, Transversal 49 no. 21A-79) cuando un burrito cargado con ladrillos y materiales de construcción, se desplomo debido a la carga excesiva que su dueño le puso.
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Explica que el dueño del animal pretendía levantarlo a golpes, para que se pusiera en pié, por lo que la patinadora, su madre y otros vecinos debieron intervenir y pedirle al dueño que le quitara la carga, para darle agua.
Con el fin de que la Inspección de Policía más cercana al lugar, en la que se denuncian estos casos de maltrato animal - según la ley 84 de 1989 o Estatuto Nacional de Protección Animal - hiciera algo al respecto, llevaron las fotos y se las mostraron a los policías quienes no hicieron nada, según la patinadora. “Solo dijeron que llamarían a la Guardia Ambiental, pero ellos tampoco llegaron”.
Lo peor, es que el burrito sigue trabajando todos los días en el mismo sitio (ferretería Construlíder) y a pesar de las pruebas que demuestran el abuso a este animal, no se ha hecho nada.
Esta imagen se ha convertido en el pan de cada día en nuestras calles de la pobrecita Cartagena, y son las autoridades competentes, UMATA Y POLICÍA los responsables de lo que pasa, tras la indiferencia a la hora de tomar medidas y sancionar a quienes cruelmente abusan de los animales.
Vemos como en muchas ferreterías optan por la tracción animal para transportar materiales de construcción, sin importarles el maltrato que soportan estos animales y en las condiciones de inclemencia en las que viven, convirtiéndose en cómplices y responsables del abuso a esos seres indefensos y humildes.
¿Qué ha hecho la UMATA para cambiar esta situación?, dice que muchas campañas en las que se han gastado millones y millones de pesos, pero no se ven los resultados de esa inversión y trabajo.
En una entrevista publicada el 30 de agosto de este año, Luis Magín Guardela, director de la Umata, le dijo a El Universal, que existen alrededor de unos 600 animales que trabajan en carromulas estacionadas en las ferreterías de sectores críticos como son Paseo Bolívar, Daniel Lemaitre y Avenida Pedro de Heredia. http://www.eluniversal.com.co/cartagena/ambiente/traccion-animal-sangre-41100
También recuerdo que explicó que me dijo que “estamos diseñando estrategias para realizar un censo real de los animales que trabajan en este oficio, y a través de la atención medico veterinaria y charlas a sus propietarios, aprovecharemos estas actividades para realizar una encuesta que permita su identificación y ubicación de los propietarios”, pero faltan 31 días para que se acabe el año y todo sigue igual o peor. Los resultados los desconocemos aún.
Por eso vuelvo y reitero que esta ciudad lo que necesita son funcionarios comprometidos, entregados a su trabajo, idóneos, que sientan y conozcan los compromisos y obligaciones que tienen como funcionarios públicos, a los que se les paga el sueldo con nuestros impuestos.
Es hora de acabar con tanto funcionario de corbata y mediocre. Es hora, y ojalá Campo Elías elija uno que le meta el hombro a la UMATA y a las entidades cuyos directivos pasaron sin pena ni gloria, porque no se les vio su trabajo.
Ya existe el nuevo Código Nacional de Tránsito, Ley 769 de 2002 que dice en su artículo 98: “En el término de un año contado a partir de la iniciación de la vigencia de la presente ley, (agosto 6) se prohíbe el tránsito urbano en los municipios de Categoría Especial y en los municipios de primera categoría del país, de vehículos de tracción animal. Lo que quiere decir que a partir de esa fecha las autoridades de tránsito procederán a retirar a todos los caballos y burros de las vías de la ciudad, excepto los vehículos de tracción animal utilizados para fines turísticos, asea los coches que en mi opinión también deberían ser recogidos.
Una tarea y un reto para Campo Elías, para acabar con el maltrato de esos pobres seres que deberían estar en el campo comiendo hierva y no tuzas y basura, como hacen acá en la ciudad.