Voy a enumerarles a continuación tres cosas que debe hacer toda persona que quiera acabar con su matrimonio:
1. Intente cambiar a su pareja y procure hacerlo de manera insistente: Toda pareja debe gozar de un periodo previo de conocimiento mutuo para analizar sus características y compatibilidades. Si usted quiere que la relación funcione debe entender que lo más importante es una buena observación durante el noviazgo y aprender a amar a la persona como es, no como a uno le gustaría que fuera, por supuesto que para que la relación funcione el asunto debe ser mutuo. Pero si definitivamente usted ya se propuso hacer que la relación fracase entonces dígale a la persona "sino cambias no te amo"; pero eso si, no amenace, cúmplalo, sino cambia como usted quiere no lo ame y déjelo.
2. Esfuércese por acumular conflictos: Acostúmbrese a dejar conflictos sin resolver, dígale a su pareja "ahora no quiero hablar", pero asegúrese de no hablarlo ahora, ni después, ni nunca, aplace el diálogo de manera indefinida, ponga pañitos de agua tibia, "dígale que el tiempo lo resuelve todo" y procure no hacer nada para resolverlo. Una pareja que quiera resolver conflictos debe acostumbrarse a escuchar lo que el otro tiene que decir, le guste o no, y pedirle amablemente a su pareja que se exprese, que comunique su malestar, sin que para ello haya que recurrir a insultos, berrinches, pataletas o chantajes emocionales que no llevan a ninguna solución eficaz. Pero si su caso es lo contrario, usted no quiere resolver sino empeorar el asunto, entonces procure evitar el dialogo, acostúmbrese a dilatar los encuentros, insulte, chantajee, amenace lo más que pueda.
3. Procure imponer siempre su punto de vista: Indudablemente imponer su criterio le va a brindar un placer especial y una grata sensación de bienestar, a costa del malestar y la incomodidad de su pareja. Una relación puede funcionar mejor no sólo donde abunda el amor, sino también donde el respeto está presente y ello implica escuchar al otro, validar su voz y el derecho a no estar de acuerdo con nuestro punto de vista; pero si definitivamente su meta es matar la relación, este último punto le va a resultar a usted de mucha utilidad, ignorar al otro e imponerle su punto de vista no sólo mata la relación sino que además le asegura que nunca podrá resucitar, ya que este tipo de imposiciones termina generando una herida muy profunda en la mente y en el corazón de su pareja, la llenará de ideas de venganza y de un desbordante odio.
Bueno amigas y amigos lectores, espero que este mensaje les sea de mucha utilidad y lo puedan poner en práctica, les deseo un exitoso y rotundo fracaso matrimonial, pero si cambian de idea les recomiendo buscar ayuda profesional con prontitud porque alguien que piense de esa manera, definitivamente está muy mal en su mente y en su corazón. La buena noticia es que para todo hay solución en esta vida, en especial cuando uno quiere, puede y no le da miedo.
Ánimo recuerda, es posible sanar el futuro, porque el presente puede ser mejor.