Introducción
Recientemente en mi ejercicio profesional como psicólogo he escuchado repetidamente la palabra "Lipo-tusa", una combinación de dos conceptos muy usados en nuestro medio, el primero ha sido ampliamente popularizado por los médicos esteticistas y la otra por cantantes mundialmente reconocidas como la colombiana Karol G.
Para no extenderme en el asunto, dejo constancia que cuando este neologismo aparece en mi consultorio las personas lo hacen para referirse a uno de los efectos más evidentes de un "duelo amoroso "complicado".
El duelo amoroso se complica cuando uno o los dos miembros de la pareja no quiere, no puede y/o no debe seguir con la relación.
En "La LipoTusa", lo que lo hace complicado es que que aún, y a pesar de lo abrupta o irreversible de la decisión, se mantiene un desbordado "apego emocional" en quien la padece, ocasionándole con frecuencia diversos síntomas que evidencian el malestar, entre ellos la perdida del apetito y progresivamente y de manera notoria la perdida de peso (de ahí la analogía con "la lipo").
¿Qué genera la lipotusa? Explicación macondiana.
Los seres humanos durante millones de años de evolución fuimos desarrollando tres niveles de consciencia en virtud a los tres cerebros que tenemos, un cerebro reptiliano (cerebro más antiguo y primitivo encargado prioritariamente de nuestra supervivencia básica, comer, dormir, reproducirnos, movernos) un cerebro límbico (prioritariamente encargado de nuestras emociones: ira, miedo, enfado, asco, alegría y tristeza) y la neocortex (la corteza más nueva que ha perfeccionado nuestra "capacidad de pensar que pensamos", ello nos ayuda a tomar mejores decisiones), esos tres cerebros son como capas de cebolla que se fueron superponiendo con el paso del tiempo.
Una manera sencilla de corroborar la existencia de esta "cebolla cerebral" es con una buena borrachera, al borracho primero se le apaga la neocorteza lo cual hace que a la persona le cueste más trabajo pensar y tomar decisiones conscientemente (por eso no debe manejar el carro), en este momento las emociones comienzan a aflorar y el borrachito queda en poder de las emociones, en manos del cerebro límbico (o muy alegre y cariñoso, agresivo y peleón o muy indiferente y distante), si sigue tomando tragos termina apagándose también su cerebro límbico y queda en manos de su más antiguo y primitivo de sus tres cerebros, para quien lo más importante es sobrevivir a como de lugar, queda en piloto automático, no piensa bien, no se siente bien, sólo camina o se arrastra como un reptil buscando un lugar seguro donde refugiarse, en la costa caribe colombiana dicen que en este momento "el man o la vieja ya está caído(a) de la perra".
La tusa es como una borrachera, en ella el sistema límbico ante el progresivo alejamiento del objeto de nuestros afectos (la persona amada) activa las alarmas ante la amenaza de una pérdida, la persona enamorada o "encoñada" en ese momento es como si tuviera una borrachera nivel dos (es decir, la neocorteza le entregó el control al cerebro límbico), la neocorteza cerebral ha perdido el control y el deterioro de la consciencia es evidente, si la persona no hace un "duelo saludable" entonces la "borrachera emocional" se agudiza y como le suele suceder a un "buen borracho" las ganas desaforadas de buscar más alcohol se incrementa (mira fotos, de manera obsesiva revisa sus redes sociales, lo llama, le recibe sus llamadas, se atormenta pensando que hizo mal o que pudo hacer para que la relación se pudiera salvar, etc.), ahondar en esta situación lleva a la persona a una borrachera o "tusa" nivel tres, es cuando la persona está "caida de la perra", no piensa bien, no se siente bien, sólo quiere sobrevivir a como de lugar, se arrastra, vomita y todo le cae mal.
Con base en lo anterior se podría decir que hay lipotusas nivel uno (leve), nivel dos (moderada) y lipotusas nivel tres (grave), en la uno la persona deja de comer un poco pero su perdida de peso no es notoria para los demás, en la dos la persona come poco y adelgaza unos cuantos kilos, su perdida de peso comienza a notarse (por lo general es un adelgazamiento que resulta agradable a la vista y suele ser incluso beneficioso para la salud), en el nivel tres la persona no sólo puede perder el apetito, sino que además vomita o defeca de manera recurrente llegando incluso a poner en peligro su vida.
Para el diálogo:
¿En cuál de estos tres niveles consideras recomendable que la persona busque la ayuda de un profesional?
P.D. Recomiendo echar un vistazo a éste articulo:
Los tres cerebros: Reptiliano, Límbico y Neocortex (psicoactiva.com)