La loca eres tú


Aunque lo coloco en femenino, este es un título que aplica para ambos, tanto para hombres como para mujeres.

Les digo con toda franqueza, que son muchos los casos en los que después de terminar satisfactoriamente un proceso terapéutico con algunos de mis pacientes, uno de los dos se me ha acercado a hacerme esta confesión: “Realmente yo no quería venir porque me parecía que era una pérdida de tiempo y de dinero contarle mis problemas a un extraño, por más títulos que tenga; es más, yo le gritaba a mi pareja que no veía ningún problema que ameritara buscar ayuda, que eso era algo que podíamos arreglar entre nosotros con fuerza de voluntad; pero el asunto era más profundo, yo estaba convencido que el problema lo tenía era ella, por eso en medio de las crisis, cuando me suplicaba que asistiéramos a una consulta contigo, aunque fuera sólo una, yo le decía con toda la soberbia y la prepotencia del caso: la loca eres tú, tú eres la que necesitas ayuda, asiste a tus dichosas terapias sola y veras que las cosas se van a arreglar, tú eres la del problema”. Como les decía, eso lo he podido escuchar tanto en los hombres como en las mujeres, también hay mujeres soberbias y tercas que creen que no necesitan ayuda profesional. En todo proceso terapéutico efectivo, está más que comprobado que el primer paso sanador consiste en reconocer que se posee un problema, asumir la problemática como propia. Es cierto que en ocasiones es difícil reconocer que se está atravesando por una situación crítica en la relación, para muchos es como estar en un estado de shock y muchas veces reaccionan demasiado tarde, cuando ya no hay nada que hacer, entonces la negación se agudiza: “esto no me puede estar pasando a mí, no, no puede ser, que eso le pase al vecino, al familiar ¿pero a mí? ¡a mi nooo!” Muchos de esos personajes soberbios (hombres y mujeres) reaccionan cuando para ellos solo les queda aplicar aquel refrán que dice: “nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”.

A todos les recuerdo que acudir al terapeuta no es precisamente uno de los síntomas característicos de la locura, más bien es todo lo contrario, tiene uno que estar loco para echar por la borda un sano proyecto de vida en pareja por un acto de soberbia u orgullo. La gente sana sabe que no tiene nada de malo ir a un profesional para que le ayude a asumir posturas constructivas en la relación de pareja ¿Cuántas relaciones no se hubieran salvado si hubiesen buscado ayuda a tiempo? Yo, que llevo años trabajando como orientador de pareja y consejero de familia les aseguro que son muchos los que lo han hecho. Si hoy es el día, entonces no lo dudes, no aplaces para mañana lo que debes hacer hoy, entiendan de una buena vez que “más vale prevenir que lamentar”.


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR