No salvo relaciones, ni acabo relaciones, ayudo a tomar decisiones


Introducción

"Cuando se presentan dos opciones, elijo la opción buena si está disponible. Si solo hay opciones malas, opto por la menos mala entre ellas". (Principio del mal menor).

La terapia de pareja es una forma de intervención psicológica destinada a ayudar a las parejas a resolver conflictos, mejorar la comunicación y fortalecer su relación. Sin embargo, su objetivo principal no es "salvar" ni "terminar" relaciones, sino ayudar a las parejas a tomar decisiones informadas sobre el futuro de su vínculo. Este enfoque respeta la autonomía de cada individuo y la relación misma, reconociendo que la terapia puede tener diferentes resultados según las necesidades y circunstancias de cada pareja. En este artículo, exploraremos de manera sencilla y clara la naturaleza y el alcance de la terapia de pareja, los principales enfoques utilizados en esta práctica, el modelo integracionista y lo que se debe y no se debe esperar de un terapeuta de parejas desde esta perspectiva.

Naturaleza de la Terapia de Pareja

La terapia de pareja se centra en la relación entre dos personas que desean mejorar su conexión, superar problemas específicos o tomar decisiones importantes sobre el futuro de su relación. A diferencia de la terapia individual, que se enfoca en el crecimiento personal y la resolución de problemas del individuo, la terapia de pareja aborda las dinámicas relacionales y los patrones de interacción entre los miembros de la pareja. El objetivo no es simplemente resolver conflictos, sino también fomentar una comprensión más profunda de las necesidades, deseos y expectativas de cada miembro en la relación.

En esencia, la terapia de pareja busca crear un espacio seguro y estructurado donde ambos miembros puedan explorar sus pensamientos y emociones, expresar sus preocupaciones y trabajar juntos para desarrollar habilidades de comunicación y resolución de conflictos. A través de este proceso, se ayuda a las parejas a identificar y cambiar patrones disfuncionales, aumentar la empatía mutua y fortalecer su relación.

Alcance de la Terapia de Pareja

El alcance de la terapia de pareja es amplio y abarca una variedad de temas y situaciones que pueden surgir en una relación. Algunos de los problemas comunes que se abordan en la terapia de pareja incluyen:

  1. Problemas de Comunicación: La falta de comunicación efectiva es una de las principales razones por las que las parejas buscan terapia. La terapia puede ayudar a las parejas a desarrollar habilidades de comunicación más saludables y constructivas, lo que les permite expresar sus necesidades y deseos de manera clara y respetuosa.
  2. Conflictos y Disputas: Las parejas a menudo enfrentan conflictos y disputas que pueden ser difíciles de resolver por sí solas. La terapia ofrece un espacio neutral donde las parejas pueden explorar las causas subyacentes de sus conflictos y trabajar hacia soluciones mutuamente satisfactorias.
  3. Infidelidad y Confianza: La infidelidad y la pérdida de confianza son problemas graves que pueden amenazar la estabilidad de una relación. La terapia de pareja puede ayudar a las parejas a enfrentar y superar el dolor y la traición, y a reconstruir la confianza si deciden seguir juntos.
  4. Decisiones Importantes: Las parejas a menudo enfrentan decisiones importantes que afectan su futuro, como el matrimonio, la crianza de los hijos o la separación. La terapia de pareja puede ayudar a las parejas a tomar decisiones informadas y conscientes basadas en una comprensión clara de sus necesidades y valores.
  5. Problemas Sexuales: Las dificultades sexuales pueden ser una fuente de tensión en una relación. La terapia de pareja puede proporcionar un espacio seguro para discutir estos problemas y buscar soluciones que sean satisfactorias para ambos miembros.

Principales Enfoques en la Terapia de Pareja

Existen varios enfoques terapéuticos que se utilizan en la terapia de pareja, cada uno con sus propios métodos y técnicas. A continuación, se presentan algunos de los enfoques más comunes:

  1. Enfoque Psicoanalítico: Este enfoque se basa en la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud y se centra en la exploración de los conflictos inconscientes y las dinámicas de transferencia que pueden estar afectando la relación. El objetivo es ayudar a los miembros de la pareja a desarrollar un mayor insight sobre sus problemas y comprender cómo sus experiencias pasadas están influyendo en su relación actual.
  2. Enfoque Cognitivo-Conductual: El enfoque cognitivo-conductual se centra en la modificación de pensamientos y comportamientos disfuncionales que pueden estar contribuyendo a los problemas de la pareja. A través de técnicas como la reestructuración cognitiva y el entrenamiento en habilidades, los terapeutas ayudan a las parejas a desarrollar patrones de pensamiento más saludables y habilidades de comunicación más efectivas.
  3. Enfoque Humanista: El enfoque humanista se basa en la premisa de que cada individuo tiene un potencial innato para el crecimiento y el desarrollo personal. En la terapia de pareja, este enfoque se centra en la promoción de la autenticidad, la empatía y la autoexploración, ayudando a los miembros de la pareja a conectarse a un nivel más profundo y a desarrollar una mayor comprensión y aceptación mutua.
  4. Enfoque Sistémico: El enfoque sistémico considera a la pareja como un sistema en el que cada miembro influye y es influido por el otro. Este enfoque se centra en la evaluación y modificación de los patrones de interacción y comunicación, considerando la influencia de factores familiares, sociales y culturales en la dinámica de la pareja.

El Modelo Integracionista en la Terapia de Pareja

El modelo integracionista es un enfoque contemporáneo en la terapia de pareja que combina elementos de diferentes enfoques terapéuticos para ofrecer una intervención más flexible y adaptada a las necesidades específicas de cada pareja. En lugar de adherirse rígidamente a un solo enfoque teórico, los terapeutas integracionistas utilizan una variedad de técnicas y estrategias basadas en las circunstancias únicas de la pareja y en sus objetivos terapéuticos.

Este enfoque reconoce que no existe una única forma correcta de abordar todos los problemas relacionales y que diferentes parejas pueden beneficiarse de diferentes técnicas y estrategias. Por ejemplo, una pareja puede beneficiarse de técnicas cognitivas para mejorar la comunicación, mientras que otra puede necesitar intervenciones sistémicas para abordar patrones disfuncionales de interacción. Al integrar diferentes enfoques, los terapeutas pueden proporcionar una intervención más personalizada y efectiva.

Qué Se Debe y No Se Debe Esperar de un Terapeuta de Parejas desde una Perspectiva Integracionista

Desde una perspectiva integracionista, hay ciertas expectativas sobre lo que un terapeuta de parejas debe y no debe hacer. Estas expectativas son importantes para garantizar que la terapia sea efectiva, ética y adaptada a las necesidades únicas de cada pareja.

Lo Que Se Debe Esperar:

  1. Flexibilidad y Adaptabilidad: Un terapeuta integracionista debe ser flexible en su enfoque, capaz de adaptar las técnicas y estrategias a las necesidades y problemas específicos de la pareja. Debe estar preparado para cambiar de enfoque cuando sea necesario, basándose en el progreso de la pareja y en las respuestas a las intervenciones terapéuticas.
  2. Evaluación Integral: Realizar una evaluación exhaustiva de la relación, considerando aspectos emocionales, cognitivos, comportamentales y sistémicos. Esta evaluación permite al terapeuta identificar los problemas más apremiantes y seleccionar las técnicas más apropiadas de cada enfoque.
  3. Colaboración Activa con la Pareja: Trabajar colaborativamente con la pareja para establecer objetivos claros y alcanzables para la terapia. Involucrar a la pareja en el proceso de toma de decisiones sobre las estrategias y técnicas que se utilizarán, promoviendo un sentido de agencia y propiedad en su propio proceso terapéutico.
  4. Atención a la Diversidad y Contexto: Reconocer y respetar la diversidad cultural, social y de género de las parejas, adaptando las intervenciones para ser culturalmente sensibles y apropiadas. Considerar cómo factores externos como el estrés laboral, los problemas de salud y otros desafíos están afectando la relación y abordarlos de manera integral.
  5. Empatía y Conexión Emocional: Mostrar empatía y una conexión emocional genuina con ambos miembros de la pareja, creando un entorno seguro y de apoyo donde puedan expresar sus pensamientos y sentimientos sin miedo al juicio o la reprensión.

Lo Que No Se Debe Esperar:

  1. Rigidez en el Uso de un Solo Enfoque: Un terapeuta integracionista no debe adherirse rígidamente a un solo enfoque teórico o método terapéutico, ignorando otros enfoques que podrían ser más beneficiosos en ciertos momentos o para ciertas parejas.
  2. Imposición de Creencias Personales: El terapeuta no debe imponer sus propios valores, creencias o juicios personales sobre los problemas de la pareja. La terapia debe centrarse en los objetivos y valores de la pareja, no en los del terapeuta.
  3. Falta de Flexibilidad y Adaptación: Un terapeuta integracionista no debe ser inflexible en su práctica. La terapia debe ser dinámica, permitiendo la adaptación de enfoques y técnicas basadas en las respuestas y necesidades cambiantes de la pareja.
  4. Uso de Técnicas No Fundamentadas o Apropiadas: Un terapeuta integracionista no debe utilizar técnicas o métodos que no estén basados en evidencia o que no sean apropiados para el contexto específico de la pareja.
  5. Desconsideración del Contexto Cultural y Social: Un terapeuta integracionista no debe ignorar las diferencias culturales, sociales o de género que puedan influir en la relación de la pareja. Ignorar estos factores puede llevar a malentendidos y a una terapia ineficaz.
  6. Ausencia de Colaboración y Participación Activa: Un terapeuta integracionista no debe actuar como una autoridad suprema que dicta qué debe hacerse sin la colaboración y participación activa de la pareja. La terapia debe ser un proceso colaborativo.
  7. Descuido en la Evaluación y Monitoreo Continuo: Un terapeuta integracionista no debe descuidar la evaluación continua del progreso de la pareja. Es fundamental ajustar el enfoque terapéutico en función de la evolución de la relación y la efectividad de las técnicas utilizadas.

Conclusión

La terapia de pareja es un proceso complejo y dinámico diseñado para ayudar a las parejas a tomar decisiones informadas sobre su relación. Su objetivo no es salvar ni acabar relaciones, sino facilitar un espacio donde los individuos puedan explorar sus problemas, mejorar su comunicación y tomar decisiones que sean coherentes con sus valores y necesidades. Al adoptar una perspectiva integracionista, el terapeuta puede combinar múltiples enfoques terapéuticos para ofrecer una intervención personalizada y efectiva.

Bibliografía

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