Recuerdo contar en mi reloj los segundos para que sonara el timbre y que todos saliéramos en estampida hasta el patio de recreo. Las 9:38 a. m. era la hora exacta en la que los bien cronometrados timbres del colegio de la Esperanza, daban vía libre a una horda alegre y desenfrenada de estudiantes que tenían como objetivo llegar de primeros al quiosco para que los atendieran, ahorrarse las largas filas y así, disfrutar placenteramente del tiempo de recreo.
Similar es la carrera que corren en la web un sinnúmero de candidatos a las distintas curules y cargos de elección popular en estos momentos, en una pelea contra reloj ante el Concejo Nacional Electoral y la legislación nacional, que aún no les permite hacer publicidad.
Y es que la ley es clara, pero a la vez insipiente. Definitivamente nuestro país, como la gran mayoría de los del globo, en cuestiones de legislación respecto al uso de Internet se encuentra a siglos de atraso con respecto a los avances de este medio.
La lucha de los candidatos se trasladó a Facebook, Twitter, Google e Instagram, sin que exista regulación alguna, definen el éxito actual de su campaña por el numero de “likes”, seguidores y comentarios que obtienen sus post; olvidando que para ser éxitos en el medio lo que prima es la estrategia y sobre todo, la interacción de los seguidores.
Es imposible que se pase por alto elaborar una estrategia clara, articulada con la campaña y con las verdaderas fortalezas del candidato, esto evitará el dualismo en la percepción final que poseen los electores del este, pues encuentran uno en las redes sociales y otro en la realidad.
Tener ideas claras implica saber qué y cuándo postear, implica un alto engagement por parte de tus seguidores y fans en la web, implica no tener que moverte al paso de tus competidores sino hacia el objetivo final de tu estrategia.
El numero de fans para los candidatos a cargos de elección popular, no debe ser una dificultad si se saben mover en el medio, teniendo en cuenta que existen dos elementos que son inherentes a los contenidos que se publican y que resumen lo que sus seguidores quieren saber: ¿Qué hacen? y ¿qué piensan? los aspirantes a los cargos de elección popular.
Una estrategia novedosa y bien articulada para Internet se convertirá en la herramienta de apalancamiento para una campaña electoral exitosa y empezará a trazar el camino para conseguir el objetivo final, convertirse en “el elegido”.
En el caso de algunos de los que fuimos estudiantes del colegio de La Esperanza no era necesario correr tanto y de manera desaforada, bastaba con tener una buena relación con Llerena (el encargado de los quioscos), para lograr el objetivo final, comprar sin hacer la fila.
