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"Se usan las cosas, se aman las personas, el mundo va mal porque se usan las personas y se aman las cosas" (Anónimo)
Introducción
Hablar del amor nunca ha sido sencillo. Desde los tiempos de los griegos hasta los debates contemporáneos en filosofía, psicología y teología, el amor ha sido definido como pasión, virtud, sentimiento, decisión, vínculo, energía vital y hasta misterio insondable. Pero si existe un terreno donde el amor se hace concreto, palpable y verificable, es en la comunicación humana. En ella el amor se expresa, se pone a prueba y se renueva.
Amar sin comunicar es imposible, pues el amor necesita palabras, gestos, silencios compartidos, acuerdos, perdones y compromisos. Como planteé en mi investigación doctoral Sentido de la Comunicación en la Vida Conyugal (Pareja Bayter, 2025), el amor conyugal no es una abstracción, sino una práctica cotidiana que se despliega en distintos niveles de comunicación, que van desde lo más superficial hasta lo existencial.
Este ensayo busca responder a la pregunta central: ¿sabes qué es el amor? Para ello, propondré que el amor puede comprenderse y vivirse a través de una escalera de niveles comunicativos que, al integrarse, configuran la experiencia de amar en profundidad.
El amor como práctica comunicativa
Lejos de ser únicamente un sentimiento efímero, el amor se convierte en una praxis: un modo de habitar el mundo con el otro. El filósofo Martin Buber (1970) lo expresó con claridad: amar significa decirle “tú” al otro y abrirse al encuentro. En ese gesto, la comunicación deja de ser intercambio de datos y se transforma en diálogo existencial.
Amar, entonces, implica escuchar y ser escuchado, comprender y dejarse comprender, compartir y recibir. La psicología contemporánea, a través de autores como Gottman (2011), ha demostrado que la calidad de la comunicación es el mejor predictor de la estabilidad y la satisfacción conyugal. No basta con sentir amor: hay que expresarlo, renovarlo y encarnarlo comunicativamente.
Niveles de comunicación y amor
La comunicación puede compararse con una escalera que asciende en virtud de su complejidad: cada peldaño representa un nivel distinto, que va de lo más simple a lo más elaborado. Es importante aclarar que complejo no es sinónimo de complicado. Lo complicado alude a algo enredado, difícil de resolver; lo complejo, en cambio, hace referencia a una realidad integrada por múltiples dimensiones que interactúan entre sí de manera armónica. Así, los niveles de comunicación no siguen una progresión rígida, pero sí marcan un camino gradual desde lo más simple hasta las alturas de lo más complejo del vínculo amoroso.
Escalón 1. Comunicación fática o de contacto: amor rutinario
La primera forma de amar se manifiesta en los gestos cotidianos: un saludo, un “buenos días”, un “¿cómo estás?”. Aunque parezcan triviales, son esenciales porque mantienen abierto el canal relacional. El amor rutinario se alimenta de estos pequeños recordatorios de presencia. No obstante, si la relación queda anclada solo en este nivel, corre el riesgo de volverse mecánica y vacía.
Escalón 2. Comunicación informativa o descriptiva: amor logístico
Aquí el amor se traduce en coordinación de tareas: quién recoge a los hijos, qué hay para la cena, a qué hora es la cita médica. Es un amor que organiza, que da estructura y orden a la convivencia. Pero reducido únicamente a lo logístico, puede convertirse en cohabitación sin encuentro.
Escalón 3. Comunicación opinativa o valorativa: amor negociador
El amor también implica debatir y compartir puntos de vista: “Creo que esto es mejor para nosotros”, “Prefiero este camino”. Este nivel expresa la subjetividad de cada uno y obliga a negociar. Es terreno fértil para el conflicto, pero también para el crecimiento, porque amar supone reconocer y validar la voz del otro.
Escalón 4. Comunicación emocional o expresiva: amor afectivo
Aquí entramos en la dimensión del sentir. Decir “te extraño”, “me siento feliz contigo” o “me duele lo que pasó” abre la puerta a la intimidad emocional. El amor se vuelve vulnerable y humano. Como señalan Sternberg (1986) y Rogers (1961), la intimidad no puede construirse sin este compartir de emociones.
Escalón 5. Comunicación relacional o dialógica: amor comprensivo
Inspirados en Buber (1970), este nivel supone reconocer al otro como un sujeto con mundo propio. Amar aquí significa escuchar para comprender, no solo para responder. El diálogo auténtico transforma, porque obliga a dejar de lado la imposición y abre la posibilidad de encontrarse en horizontes comunes.
Escalón 6. Comunicación ética o comprometida: amor responsable
El amor no es solo emoción; es también decisión y compromiso. Este nivel introduce pactos: “Te prometo estar contigo”, “Decidimos juntos este camino”. En el matrimonio, el amor responsable se traduce en fidelidad, apoyo mutuo y construcción de proyectos. Ricoeur (1990) lo vincula con la ética como responsabilidad hacia el otro. “Esto implica el ejercicio consciente y responsable de la libertad liberada en la verdad”, se que es una frase difícil, pero bien vale la pena que no se las explique y que hagan un esfuerzo ético por comprenderla, prometo que dedicaré un futuro articulo exclusivamente para explicarlo.
Escalón 7. Comunicación espiritual o trascendente: amor que eleva
El amor alcanza aquí una dimensión sagrada. Ya sea en la oración compartida, en la meditación conjunta o en la vivencia sacramental, el vínculo se abre a lo absoluto. Viktor Frankl (1984) recordaba que el ser humano necesita sentido, y el amor espiritual lo ofrece al conectar la relación con una fuente trascendente.
Escalón 8. Comunicación existencial: amor como presencia plena
El nivel más profundo es el del amor existencial. No requiere muchas palabras; a veces basta con un silencio compartido lleno de sentido. Es el amor que se vive en la enfermedad, en el duelo, en la contemplación de la vida misma. Heidegger (2003) hablaría de un ser-con-el-otro que revela el misterio de existir. Aquí el amor no solo se dice: se es, pero ser es como un “ser-siendo” un “Dasein”. Sin duda esto amerita otra reflexión, otro articulo, prometo que lo haré en un futuro próximo.
Amor mecanicista y amor organicista
Gracias a los niveles de comunicación el amor distingue entre comunicaciones mecanicistas (comunicación – máquina) y organicistas (comunicación – organismo). El amor mecanicista (amor – frio, cadavérico) se limita a lo rutinario, lo informativo y lo opinativo: útil, pero incompleto. El amor organicista (amor – caliente, vivo), en cambio, integra lo emocional, lo dialógico, lo ético, lo espiritual y lo existencial: es un amor vital, dinámico, que crece y se renueva. Los niveles bajos son más mecánicos, los niveles altos son más orgánicos.
Esta distinción ayuda a comprender por qué muchas relaciones fracasan: se quedan atrapadas en lo mecánico, sin dar el salto hacia lo orgánico. El verdadero amor requiere cultivar niveles altos que abran el horizonte y permita una mejor perspectiva de la vida compartida.
El amor como integración de niveles
El amor no se reduce a un único nivel. El reto está en integrarlos todos. Una pareja que solo se mueve en lo existencial, pero descuida lo informativo puede desorganizar su vida práctica. Otra que solo se enfoca en lo logístico puede perder la chispa emocional. El amor auténtico se da cuando cada nivel encuentra su lugar y juntos componen una sinfonía.
Así, un día cualquiera puede desplegar todos los niveles: saludos fáticos al despertar, organización logística de actividades, debate opinativo sobre una decisión, expresión de emociones, diálogo comprensivo, renovación de compromisos, oración compartida y silencios existenciales. Cada capa suma y, al integrarse, se construye lo que en mi tesis denominé comunicación conyugal profunda.
Fake news y niveles de comunicación
Las fake news afectan directamente la dinámica de los niveles de comunicación porque introducen distorsión, sospecha y manipulación. Analicemos su impacto:
- Nivel fático: las fake news convierten el saludo o la interacción rutinaria en terreno de ironía, desconfianza o frases vacías (“¿Ya viste lo que dicen de…?”). El riesgo es que el contacto pierda autenticidad.
- Oportunidad: recuperar rituales sencillos como saludos genuinos y gestos de afecto que reafirmen la presencia del otro.
- Nivel informativo: la circulación de noticias falsas afecta directamente la transmisión de datos. Una pareja que se guía por información distorsionada puede tomar malas decisiones en lo cotidiano.
- Oportunidad: verificar juntos las fuentes, contrastar la información y aprender a distinguir entre hechos y rumores.
- Nivel opinativo: las fake news polarizan, generando discusiones innecesarias basadas en creencias erróneas. Una opinión fundada en falsedad erosiona el diálogo.
- Oportunidad: convertir las diferencias en ocasión para pensar críticamente, validar la voz del otro y buscar consensos.
- Nivel emocional: la desinformación puede despertar miedo, ira o ansiedad, contaminando la expresión de sentimientos en la pareja.
- Oportunidad: reconocer juntos esas emociones, compartirlas y transformarlas en confianza mutua.
- Nivel relacional o dialógico: cuando las fake news se imponen, el otro es visto como adversario en el debate, no como compañero de diálogo.
- Oportunidad: cultivar la escucha auténtica, interesarse en la perspectiva del otro y recordar que lo importante no es ganar la discusión, sino cuidar la relación.
- Nivel ético o comprometido: la verdad deformada debilita los pactos y responsabilidades, porque las decisiones conjuntas pueden basarse en engaños.
- Oportunidad: renovar el compromiso de sinceridad, con la promesa de no manipular ni ocultar información relevante.
- Nivel espiritual o trascendente: las fake news trivializan lo sagrado al banalizar la verdad, incluso en lo religioso.
- Oportunidad: reforzar la oración compartida y la búsqueda de sentido verdadero como antídotos contra la manipulación cultural.
- Nivel existencial: la desinformación puede fragmentar el silencio pleno y la presencia confiada, porque instala sospecha y miedo en el corazón de la convivencia.
- Oportunidad: redescubrir que, más allá de las narrativas externas, el sentido del amor se juega en la presencia real del uno con el otro, donde la confianza supera cualquier rumor.
En síntesis: las fake news erosionan los niveles de comunicación porque socavan la verdad y la confianza. Sin embargo, también ofrecen la posibilidad de que las parejas fortalezcan su amor cultivando criterio crítico, autenticidad y búsqueda compartida de la verdad.
Desafíos del amor hoy
La sociedad contemporánea enfrenta grandes obstáculos para vivir el amor en profundidad. Entre ellos:
- La cultura digital: privilegia lo inmediato y lo superficial, reduciendo los vínculos a interacciones rápidas y fragmentadas. La prisa por responder, la exposición constante y la sobreestimulación dificultan la escucha atenta y la construcción de intimidad.
- El individualismo: fomenta la autonomía extrema y la autosuficiencia como valores supremos, lo que dificulta la apertura genuina al otro como un “tú”. En este contexto, amar se percibe como amenaza a la libertad personal en lugar de como posibilidad de realización compartida.
- Las crisis económicas y sociales: presionan a las parejas hacia una comunicación centrada casi exclusivamente en lo logístico. El estrés financiero, la inestabilidad laboral y las demandas externas pueden convertir la relación en una mera administración de recursos, debilitando la dimensión afectiva.
- Las fake news: introducen un clima de desconfianza que trasciende lo público y permea lo privado. La manipulación de la información, la proliferación de rumores y la relativización de la verdad generan sospecha en las interacciones. Cuando se normaliza la mentira en la cultura, también se erosiona la confianza en el amor. El vínculo amoroso necesita transparencia y autenticidad: decir lo que realmente se piensa, escuchar sin tergiversar y cultivar la verdad compartida como base del encuentro.
Sin embargo, cada obstáculo es también oportunidad. Los rituales de comunicación —cenar sin pantallas, conversar caminando, orar juntos— permiten rescatar la organicidad del amor. De la misma manera, ante el riesgo que generan las fake news, las parejas pueden cultivar espacios de verificación compartida: contrastar la información antes de reaccionar, dialogar sobre lo que reciben en redes sociales y transformar la incertidumbre en ocasión para reforzar la confianza mutua. Así, la búsqueda conjunta de la verdad se convierte en un gesto cotidiano de cuidado y un antídoto contra la desinformación.
Conclusión
¿Sabes qué es el amor? No es solo pasión ni logística, ni siquiera únicamente compromiso. El amor es comunicación integrada en todos sus niveles: desde los gestos rutinarios hasta los silencios existenciales. Es diálogo, emoción, compromiso, espiritualidad y presencia. Es un camino dinámico que, al recorrerlo, transforma a quienes lo viven.
Mi investigación doctoral (Pareja Bayter, 2025) mostró que el amor en el matrimonio católico se sostiene precisamente en esta progresión de niveles, que cuando se integran dan lugar a la comunicación conyugal profunda: el núcleo de la vida en común, fuente de resiliencia y trascendencia.
Referencias
Bauman, Z. (2003). Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. Fondo de Cultura Económica.
Braun, V., & Clarke, V. (2021). Thematic analysis: A practical guide. SAGE.
Buber, M. (1970). Yo y tú. Fondo de Cultura Económica.
Frankl, V. (1984). El hombre en busca de sentido. Herder.
Gadamer, H.-G. (1975). Verdad y método. Sígueme.
Gottman, J. (2011). The science of trust: Emotional attunement for couples. W. W. Norton & Company.
Gottman, J., & Silver, N. (2015). The seven principles for making marriage work. Harmony Books.
Heidegger, M. (2003). Ser y tiempo (J. Gaos, Trad.). Trotta. (Obra original publicada en 1927).
Pareja Bayter, M. G. (2025). Sentido de la Comunicación en la Vida Conyugal: Estudio Psicológico desde un Enfoque Fenomenológico-Hermenéutico-Existencial en Tres Parejas Casadas por el Rito Católico [Tesis doctoral, Universidad del Norte].
Ricoeur, P. (1990). Sí mismo como otro. Siglo XXI.
Rogers, C. (1961). On becoming a person. Houghton Mifflin.
Sternberg, R. (1986). A triangular theory of love. Psychological Review, 93(2), 119–135. https://doi.org/10.1037/0033-295X.93.2.119
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TE TENGO UNA INVITACIÓN:
Este artículo forma parte de la conferencia ¿Sabes qué es el amor?, que se realizará de modo remoto el lunes 22 de septiembre de 2025, de 8 p.m. a 9 p.m. (hora Bogotá), por la plataforma Zoom. Se puede acceder gratuitamente mediante el siguiente enlace:
Mauricio Pareja Bayter le está invitando a una reunión de Zoom programada.
Tema: ¿Sabes qué es el amor?
Hora: 22 sept 2025 08:00 p.m. Bogotá
Para ingresar dale clik aquí:
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ID de reunión: 824 2466 1384
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