La mayoría de los residuos orgánicos que diariamente se generan en los hogares, restaurantes, plazas de mercado y otros, se convierten en un problema ambiental y de salubridad por el mal manejo que tienen antes de ser llevados a un sitio de disposición final.
Los malos olores que estos producen, además de afectar al medio ambiente, ponen en riesgo la salud de las personas y animales.
Como una solución, el Minuto de Dios, a través de la Ong Fundases, trabaja con un programa de biotecnología EM (Microorganismos Eficaces) que permite que los desechos orgánicos se descompongan sin contaminar ni producir malos olores.
Esta biotecnología hace que los residuos se convierten en abono para las plantas; y el lixiviado, en purificador de cuerpos de agua y desagües.
Desde una ama de casa hasta el dueño de un restaurante, los comerciantes del Mercado de Bazurto, Santa Rita, Puerto Duro o cualquier persona, pueden hacer buen uso de estos residuos.
¿QUÉ SE NECESITA?
1. Una caneca plástica con doble fondo y cierre hermético.
2. Residuos orgánicos: cascaras de plátano, papa, mango, las sobras de comida, hortalizas, legumbre y todos los “desperdicios” que quedan cuando se cocina.
3. Un kilo de Bokashi (mezcla de microorganismos, materia orgánica fermentada y salvado de trigo), por cada 50 kilos de desechos orgánicos.
4. Una botella de biotecnología EM. Este ingrediente y el Bokashi se adquiere en la sede de Fundases, barrio El Bosque Trv 51 No. 21-87 o llamando al celular 313-56-15-738.
EL PROCESO
En la caneca se deposita una capa de Bokashi, luego los desechos orgánicos y encima otra capa de bokashi, luego presionamos con la mano la mezcla para sacar el aire y tape herméticamente la caneca. El proceso puede hacerse todos los días, siempre y cuando haya residuos.
Después de varias semanas, los desechos irán descomponiéndose sin producir olores desagradables; y en el fondo de la caneca se irá depositando un liquido o lixiviado que deberá ser extraído y reutilizado para regar las plantas a las que les aporta nutrientes. También se puede utilizar para fumigar o controlar problemas de plaga, alejar las moscas y roedores.
Si lo prefiere, puede verter el líquido por las tuberías en el alcantarillado. Esto ayudará a descontaminar los cuerpos de agua, problemas de olores emanados por las tuberías domésticas y pozos sépticos.
45 días después, el abono, producto de los desechos fermentados, se utiliza en jardines y patios, siembras, recuperación de suelos, producción para comercialización de abono, alimentación de cerdos y vacas.
BENEFICIOS
Si los cartageneros utilizaran este método, se sanearían los cuerpos de agua, se acabarían los malos olores y vectores; disminuiría la contaminación de las basura que se disponen en los rellenos sanitarios, zonas verdes y lotes baldíos. Además, generaría empleo en las comunidades que decidan unirse y trabajar en patios productivos o vendiendo el abono.
En el Mercado, por ejemplo, se acabarían los malos olores, los problemas de salubridad, la contaminación ambiental y aguas negras. Las ciénagas y los animales estarían más sanos. Otra de las ventajas son los bajos costos de que dispondrían los interesados para la solución de un problema tan grande como la contaminación ambiental.