Empresas y autoridades de espalda al medio ambiente


En esta ciudad donde el tema ambiental debería ser prioridad por la riqueza natural y el impacto que causan las empresas, industrias y la misma ciudadanía, no hay quien apoye; las empresas y las mismas autoridades ambientales muchas veces se hacen los de la vista gorda cuando se les va a solicitar apoyo.

A propósito del tema, quiero hablar de una campaña que está llevando a cabo la Fundación “Festival Mundial de la Tierra” y que va en contra de la guerra de bolsitas de agua durante las Fiestas Novembrinas.
Con esta campaña, Omayra Grisales, directora de la Fundación, pretende que todos los ciudadanos, ricos, de clase media y pobres, conozcan el impacto ambiental que genera las bolsas de agua transparentes usadas durante el Bando, el desfile de balleneras y otros eventos culturales realizados durante las Fiestas de la Independencia.
Dice Omayra, con base en investigaciones, que las bolsitas de agua son una amenaza para algunas especies marinas, como las tortugas y peces que las confunden con las medusas, y para las aves a las que la mayoría de las veces se les enreda en el cuello, una pata o las alas y en el peor de los casos las ingieren accidentalmente, asfixiándolas y causándole la muerte.
Pero no solo la fauna se ve afectada, también los cuerpos de agua, las alcantarillas y los registros de servicios públicos subterráneos y ni hablar del despilfarro de agua potable y los conflictos sociales.
Esta campaña ayudaría a que los cartageneros y turistas tomaran conciencia del problema, sin embargo y como todo plan que se ejecute debe disponer de unos recursos con los que la Fundación no cuanta, por lo que debe buscar a quienes avalen la campaña.
Pero en esta ciudad donde el tema ambiental debería ser prioridad, por la riqueza natural y el impacto que causan las empresas, industrias y la misma ciudadanía, no hay quien apoye, cuando se va a las empresas y a las mismas autoridades ambientales a solicitar apoyo, estás sacan mil excusas o simplemente no dan la cara.
Pareciera como si el tema ambiental no les interesara, como si no tuvieran conciencia del impacto que generan las empresas que administran o de la responsabilidad social que tienen.
Realmente es una lástima porque la ciudad necesita mucho de campañas como estás, del apoyo de las autoridades ambientales que a la larga no se sabe en qué invierten los recursos destinados para tal fin, o que muchas veces lo malgastan en campañas que no tienen eco y que sólo son para un rato, insuficientes para hacer entender a la gente sobre la importancia de convivir en ármonia con la naturaleza.
Omayra, dice que no se dará por vencida y que seguirá luchando por hacer que la gente tome conciencia sobre lo ambiental. Sin plata, con la indiferencia de las autoridades y los empresarios que le han cerrado la puerta, va a llevar a cabo su campaña, porque, dice, que afortunadamente está rodeada de personas dispuestas a unirse a la causa y que aunque no tienen dinero, si muchas ganas y voluntad. Yo soy una de ellas.


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