Por ahora, olvidémonos de Falcao


Igualmente coinciden en que menos de ese tiempo puede ser riesgoso para el futuro del deportista. Nadie de los especialistas se atreve a dar un pronóstico sobre el período exacto de la recuperación del jugador y, menos, si puede jugar el Mundial, pues aseguran que eso depende de la evolución que tenga el paciente. Eso dicen los especialistas basados en la ciencia y su experiencia, es decir, es un pronóstico basado en la razón.

Sin embargo, otra cosa muy diferente piensan los aficionados y algunos periodistas, que hacen toda clase de especulaciones y cábalas porque quieren ver a Falcao en el Mundial. Eso es pensar con el deseo.

El técnico ya debe estar pensando en un plan B, o sea, sin Falcao en la Selección. Pékerman sabe que si Falcao alcanza a recuperarse para el mundial, llega sin ritmo de competencia y no al 100% de sus condiciones. Tiene que pensar en un sustituto para el delantero porque no querrá hacerse falsas expectativas. Eso es ser sensato y pensar con la razón.

Otra cosa piensan los patrocinadores de Falcao y la Selección Colombia. Ellos primero piensan en los intereses económicos. Y es lógico, invierten fuertes sumas de dinero y quieren ver retribuida su inversión. Y no me extrañaría que presionaran un adelanto en la recuperación del jugador. Una cosa es la selección con la figura de Falcao y otra diferente sin él, tanto en lo deportivo como en lo económico. Eso no es cuento. No en vano, es el tercer jugador más cotizado que tiene el mundial después de Messi y Ronaldo.

Por los lados del Mónaco, propietario del pase del jugador, su único interés es defender su patrimonio. Al club francés solo le interesa que el jugador se recupere plenamente, independiente si juega o no el mundial. No le interesa arriesgar al jugador.

Y el jugador ¿qué piensa?. Aunque se le nota muy optimista porque mentalmente es muy fuerte, Falcao se debate entre el deseo de jugar el Mundial y su carrera deportiva.

Sería preferible ver a la persona bien recuperada y sin arriesgar su futuro deportivo, así se sacrifique el Mundial. Pensar primero en la persona es lo sensato y razonable, Pero no siempre la razón se impone sobre el interés económico. Casos -y muchos-he visto y leído de deportistas que los llevaron más allá del límite de sus capacidades y las consecuencias han sido funestas para el futuro de la persona.


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