PLAZA SAN AGUSTÍN Y DE LOS ESTUDIANTES VISIONARIOS DEL CARIBE.


PLAZUELA SAN AGUSTÍN Y DE LOS ESTUDIANTES VISIONARIOS DEL CARIBE.

 1.NACE UN CONVENTO DE AGUSTINOS CALZADOS: EL ORÍGEN EN EL SIGLO XVI.

El origen de la plaza san Agustín está unido a la construcción del convento de su nombre el año 1580.Dado el hecho que el claustro es la columna vertebral de la plaza, a continuación, narro la historia de la vivienda y lugar de cultos de los sacerdotes de la Orden de Agustinos Calzados, tomando como base el texto de mi autoría “Lugares Sagrados de Cartagena Colonial”:

Existe una tradición … y es la siguiente. Los frailes de san Agustín sin solicitar permiso del rey, como era costumbre, empezaron la obra de construcción, la que continuaron hasta donde se lo permitieron los recursos de que disponían; agotados estos concurrieron los frailes al rey, en solicitud de auxilios los cuales les fueron negados por cuanto no habían solicitado permiso para fundar (Urueta y Piñeres (1912). Cartagena y sus Cercanías.P.P. P 172, 173).

Sin embargo, el convento y una capilla fueron fundados, bajo la dirección de Fray Jerónimo de Guevara   de la Orden religiosa de los Agustinos Calzados. Ya en el año 1597 el convento y el templo aparecen en el plano de Cartagena y para comienzos del sigloXVII, las construcciones estaban terminadas, por cuanto en 1603, los padres agustinos solicitaban ayuda para su apurada situación económica, por haber gastado todos sus recursos en una iglesia, de las buenas, de esta ciudad, de acuerdo con los documentos aportados por Enrique Marco Dorta (1960) en su obra: “Cartagena de Indias Puerto y Plaza Fuerte” (P.72).

Una vez construido el convento sirvió de alojamiento a 24 religiosos, quienes celebraban el culto en la capilla de La Soledad, parte integral del convento.

1 .1 LA CAPILLA DE LA SOLEDAD, EL SANTO SEPULCRO DE CRISTO Y EL ASALTO DE LA ARMADA FRANCESA.

La capilla de La Soledad, lugar de culto de los Agustinos, dio el nombre que todavía conserva a la calle sobre la cual fue construida y sirvió de sede a la cofradía de Nuestra Señora de Altagracia Soledad de María, responsable del culto al Santo Sepulcro de Cristo; la urna donde reposó una figura de Cristo, por supuesto ya difunto, fue construido en plata; su construcción demandó 8.000 onzas de este metal precioso.

En 1697, Cartagena de Indias fue tomada por la armada francesa liderada por el comandante y corsario Bernard Desjeans: Barón de Pointís, acompañado por la fuerza pirática de Jeans Baptiste Ducasse gobernador de santo Domingo: La Quisqueya amerindia, la española, colonia del reino peninsular.

Fueron múltiples los saqueos y destrozos que dejó la doble invasión francesa: primero Pointís y Ducasse con sus hombres, en una operación conjunta, y después, los bandidos del mar (piratas) acompañantes iniciales del gobernador regresaron a concluir el saqueo, ante el mal reparto del botín que hizo el gobernante y corsario.

De esta suerte, entre los  muchos bienes  hurtados figuró el extraordinario sepulcro de plata, reliquia devuelta muchos años después por el rey de Francia Luis XIV (1638-1715); no obstante su alto valor simbólico, el sepulcro de plata, después de recuperado fue convertido en monedas  el año de 1815, para que el gobierno revolucionario del Estado Cartagena de Indias  pagara  honorarios a los tropas criollas, vale escribir al ejército Popular Libertador, que luchaba por  mantener la independencia  frente a la reconquista agenciada por el exterminador ejército de Pablo Morillo, comandante en jefe de las tropas y máximo líder  del sangriento proceso , acompañado por Pascual Enrile Acedo, Tomás Francisco Morales, Juan Sámano, y demás jefes, calificados por la Historia Total como asesinos sanguinarios.

1.2. EL “EMPRENDIMIENTO” DE LOS AGUSTINOS EN CARTAGENA DE INDIAS Y SUS CERCANÍAS.

Aunque el término emprendimiento es el vocablo de moda, la actividad a la cual se refiere en la contemporaneidad es de vieja data, como se aprecia a continuación.

Las Órdenes religiosas  españolas que se establecieron en Nuestra América y Cartagena de Indias, además de su empeño en evangelizar a los amerindios originarios y a los africanos esclavizados, también, mostraron su afán de  acumular bienes terrenales; la prueba fehaciente de ello, la constituye la construcción de monumentales conventos e iglesias, que sobreviven hasta nuestros días, tales como la iglesia el convento de san Diego, Santa  Clara, santo Domingo, san Francisco, santa Teresa, Nuestra señora de la Merced  y el actual santuario san Pedro Claver, entre otros.

Al patrimonio inmueble descrito, se le suma, la propiedad de viviendas urbanas, estancias y fincas rurales, unidos a la producción pecuaria, así, como también a la producción de loza, tejas y cal para la construcción.

Es indudable, entonces, la capacidad de emprendimiento que desde esos lejanos tiempos tenían frailes y monjas, lo cual les posibilitó las construcciones referenciadas, producto en ese entonces de la recolección de limosnas, donaciones de la corona, del gobernador amigo,  de las cofradías, de los fieles católicos,(  siendo dos  de los ejemplos más dicientes los casos de los conventos santa Teresa y santa Clara, objetos de nuestros ensayos anteriores publicado en este importante medio),los préstamos usureros, los censos  coloniales y la rentabilidad de sus negocios productivos, utilizando muchas veces la mano de obra libre y esclavizada.

En muchos de estos factores, los agustinos, no fueron la excepción y la muestra más representativa la aporta la existencia de la propiedad de los coloniales conventos san Agustín, san Diego y Nuestra Señora de la Candelaria en la cima de la serranía de La Popa.

Bossa, refiriéndose a este caso lo explica con los siguientes términos:

“La fundación agustiniana fue como la jesuítica y la dominicana, muy rica. Todas poseyeron fincas raíces en la ciudad y enormes haciendas en sus cercanías. Las tierras de san Agustín de Sincerín, que eran del convento de san Agustín, abarcaban alrededor de 8.000 hectáreas. El año 1864. D. Tomás Cabeza de Vaca y Posada…remató dichas tierras con fundamento en el famoso decreto de desamortización de bienes de manos muertas del presidente general Tomás Cipriano de Mosquera dictado en 1861.En 1902 D. Tomás vendió las tierras a la firma Vélez Daníes & Cía. que estableció en ellas el ingenio de azúcar Central Colombia” (Nomenclator Cartagenero.P.128), pionero de la gran industria en Cartagena y sus cercanías.

2. EL ENTORNO DE LA PLAZUELA.

Destruida la aldea Karmairí de los amerindios originarios, se inició el proceso de urbanización y castellanización de nuestra tierra y el desarrollo urbanístico de la nueva colonia Cartagena de Indias se da a partir de la plaza Del Mar, hoy Plaza de la Aduana, de la plaza de la “Yerba” (de Los Coches), de la Plaza Mayor, Hoy parque de Bolívar, y así de manera sucesiva.

En el entorno de estas, los señores de la conquista, los altos funcionarios de la corona, los grandes y medianos comerciantes, los traficantes de esclavos, los encomenderos y otros, construyeron sus casas y sus aparatos de gobierno, administración (por ejemplo, la aduana, la contaduría) y de represión, entre estos la gobernación, el Cabildo, “las justicias”, la cárcel, el aparato militar y la temida y fatídica Inquisición.

Referente a este tópico la historiadora Margarita Garrido (2007) escribe que:

 “los vecinos principales estrían viviendo en los barrios de la ciudad, santa Catalina, La Merced y san Sebastián, en casas amplias, de alto y bajo, construidas de mampostería y tejas, servidos de indios encomendados o ladinos, africanos esclavizados, comerciando (“los señores” o los Don o Doñas) con mercaderías o en la trata. Igualmente, los clérigos prebendados, los altos funcionarios y militares, los estancieros, los letrados y médicos, algunos barberos y boticarios con sus mujeres, hijos parientes cercanos y sus esclavos. Otros, por ejemplo, blancos pobres… posiblemente vivían en santo Toribio y en sus talleres y solares en el arrabal de Getsemaní” … (Vida Cotidiana en Cartagena de Indias en el siglo XVI.Banrepcultural. (Consultado. Marzo 02. 2023).

Desde esta óptica, la fundación de conventos desempeñó un papel semejante, al de las plazas públicas, y en torno a estos, los poderosos ya referenciados, construyeron sus viviendas de uno y dos niveles, las cuales sobreviven en nuestros días, aunque con diversas modificaciones, restauraciones, demoliciones y adiciones.

El convento san Agustín protagonizó, de igual manera, este papel; cuando se construyó en el barrio Nuestra Señora de la Merced, en la antigua calle “Nuestra Señora de las Angustias” a su alrededor se levantaron las típicas viviendas coloniales, de uno y dos niveles. Donaldo Bossa, nuestro guía en este numeral identifica, a propósito, la existencia de tres casas, pertenecientes a los marqueses de Villalta.

De esta manera se estructuró la plaza con vecinos de la nobleza “trasnochada” y “señores poderosos”, quedando enmarcada entre el antiguo convento san Agustín con las actuales calles de la Universidad (antigua Nuestra Señora de las Angustias), El Porvenir (antigua Nuestra Señora de Alta Gracia), San Agustín Chiquita (antigua Nuestra Señora del Consuelo) y calle de la Soledad, la única vía que conserva su nombre colonial.

Así surge otra de las plazas emblemáticas de Cartagena, frente a la cual se desarrollan importantes sucesos de la vida colonial y republicana, y en su pequeña superficie   tendrá lugar parte de la vida comunitaria de la Cartagena colonial; siglos después se dará la concentración frecuente del movimiento estudiantil, con la utopía de liberar a la nación del capitalismo salvaje  que aún nos aqueja en pleno siglo XXI y disfrutar de las fiestas de independencia.

3. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA PLAZA: SUS NOMBRES.USOS ACTUALES.

La de san Agustín, no escapa a los parámetros generales que han regido la evolución de las plazas públicas en Cartagena: cambio de nombres, cambio de usos a través del tiempo histórico.

Fundado el convento referenciado en 1580 la plaza adopta el nombre de san Agustín; con posterioridad cuando se crea la Universidad del Magdalena e Istmo adopta el apelativo de plaza de la Universidad, nombre institucional que varía con el transcurso de los años hasta quedar con el actual de Universidad de Cartagena.

La Universidad de Cartagena fue creada por decreto de 6 de octubre de 1827, expedido por el general Francisco de Paula Santander, con la anuencia de Simón Bolívar Palacios y se instaló el 11 de noviembre del año siguiente, siendo su primer rector el teólogo doctor José Joaquín Gómez (Raúl Porto del Portillo (1997). Plazas y calles de Cartagena de Indias.P.89.) Finalmente, desde 1922, se le rebautizó como plaza del Estudiante o de los Estudiantes. Bossa (2007). Nomenclator Cartagenero.P.135).

A  la Universidad de Cartagena, entidad que acoge  estudiantes del Caribe y de otras regiones de Colombia, los cartageneros, colombianos, latinoamericanos, americanos en general y gran parte de los ciudadanos  del planeta Tierra, le debemos mucho más allá de la gratitud humana por sus valiosos aportes a la ciencia, en todas sus manifestaciones, la tecnología, la cultura, la economía y la sociedad, a través de los profesionales egresados, en cuya formación intervino  un valioso cuerpo de docentes y directivos apoyados por el personal administrativo y de servicios generales.

Hoy evoco  de este claustro universitario en los años 77  y 78  cuando cursé  dos años de derecho y ciencias políticas, cuando daba mis conferencias sobre ambiente y biodiversidad  a maestros y estudiantes de la Secretaría de Educación Distrital, a los lideres comunitarios bajo el liderazgo de la U. y del Epa Cartagena de Indias y de manera reciente, cuando  con mi modesta asesoría, contribuí, con muchas otras personas al diseño  del Programa de  Educación Ambiental y Desarrollo Local  en sus niveles de pregrado y posgrado, hoy en pleno ejercicio misional.

La plaza de los Estudiantes, es otra de las bellas de Cartagena;  la pequeña superficie  que ocupa la hace tan acogedora como cualquier otra de mayor tamaño; la vegetación  de palmas y almendros matizada con plantas ornamentales florales, nos regala un ambiente inolvidable, en el cual convive la economía informal de venta de fritos, refrescos, minutos de teléfonos y  los variados productos  que ofrece una de las tradicionales “chazas” de chucherías: dulces, confites, mecatos, etc.” del rebusque de los pobres en el centro histórico.

A la par de esta, en viviendas de dos niveles tiene presencia la economía formal con hoteles de cinco estrellas y cafetería de alta calidad, que no logra opacar la refresquería o lonchería de la esquina de la calle san Agustín Chiquita, siempre llena de estudiantes de la Universidad, otros cartageneros y turistas, a quienes también fascina compartir en grupos las escasa bancas ubicadas en  el icónico espacio.

La plaza de san Agustín y de los Estudiantes, al igual  que el patio del claustro de la sede del centro histórico de la Universidad de Cartagena, al igual que las calles  del corralito de piedra son “testigos mudos” de las concentraciones multitudinarias de los estudiantes desde los años 30, luchando por la calidad  de la educación, por la defensa de sus intereses económicos y sociales, por el respeto de la estabilidad laboral de los docentes y rectores,  contra la dictadura  del general Gustavo Rojas Pinilla y el asesinato de estudiantes, contra el plan Básico de estudios Generales impuesto por el MEN. en la década de los 70 del siglo pasado y, contra los rectores policías, de los años 70 y 71 del siglo pasado.

De igual manera, este silencioso espacio fue testigo  de la lucha estudiantil contra la pretensión de la Oficina de Espacio Público Distrital, cuando intentó quitar el carro del famoso “Mandarinazo” y  contra la intención   del   distribuidor de un  café nacional, que ocupa una de sus esquinas, cuando  intentó ocupar el espacio con mesas y sillas para sus clientes; así mismo se dio la concentración cuando el máximo jefe -presidente de Colombia- del  partido político C D. intentó penetrar en el recinto universitario; en fin la plaza fue testigo  de las reivindicaciones académicas, sociales, políticas y culturales de los estudiantes, visionando una nueva Cartagena y Colombia inclusivas, en paz, independientes y sostenibles.

Es conveniente recordar, también la multitudinaria concentración cuando el cura Camilo Torres Restrepo, en una gira nacional, visitó los predios universitarios y la plaza del Estudiante, a principios de 1965 promocionando una nueva Colombia través de su propuesta de la “Plataforma del Frente Unido del Pueblo Colombiano”.

 El cura Camilo, líder latinoamericano de la Teología de la Liberación, aunque escogió el equivocado camino de las armas (julio de 1965, aprox.) dejó un importante legado imperecedero que invita a los cristianos a sumarse a la lucha de los pobres por la dignidad del ser humano.

Hoy evoco ese día, cuando mis compañeros de la Escuela Normal de Varones me invitaron a asistir a la concentración, más no recuerdo las razones que impidieron mi asistencia; pero al siguiente día me di gusto escuchando los relatos de mis condiscípulos y leyendo los informes gráficos y escritos de El Universal y el Diario de la Costa.

Finalmente, la plaza de nuestra referencia fue, también durante cortos años punto de concentración de estudiantes de la U. para salir a marchar por las calles del centro histórico con el “bandito de la Universidad”, en el marco de las fiestas de la independencia del 11 de noviembre.

4. LA POESÍA DEL TUERTO LÓPEZ, PRESENTE SIEMPRE PRESENTE EN LA CALLE SAN AGUSTÍN.

No podía faltar en esta crónica los versos memorables, sobre su amada Cartagena, de uno de los más importantes poetas de Nuestra América: Luis Carlos López, a quienes sus compañeros llamaron el “tuerto López,” refiriéndose a una de las calles centrales de este ensayo. Leamos a continuación:

Calle san Agustín.

Pobre san Agustín del alma mía…

Le pusieron tu nombre, tu adorado y dulce nombre

a una profana vía…

A una calle no exenta de pecado,

donde vivió Bolívar… y hoy en día

da cupo al “Bodegón”, a ese dechado

 del humorismo envuelto en la alegría

 piramidal del ron y el anisado…

La gente que circula y encadena

la prosa estomacal, rompe la calma

de una calle que es una burla limpia.

para tu sacro nombre y tu serena

paz interior, san Agustín del alma,

noble san Agustín del alma mía!!!

LUIS Carlos López. (1975). (Por el Atajo.P.112).

POSDATA: Esta es la última crónica de mi serie “Historias Secretas de las Plazas Públicas de Cartagena de Indias”; mis agradecimientos eternos a ustedes mis apreciados miles de lectores y lectoras, por el aprecio invaluable brindado a estos ensayos, hechos con alma ,vida y corazón .

Les invito compartir en próximos días mi nueva serie: Historias Secretas de la mujer de Cartagena de Indias.

Con los afectos de siempre,

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

Ambientalista. Patrimonialista.

 


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