MANGA: Microhistorias sociales (6) de los puentes Román y Bazurto.
0.EN MODO INTRODUCCIÓN.
Los puentes Román y Bazurto son otros dos espacios emblemáticos de Cartagena de Indias por sus connotaciones sociales y económicas, desde principios del siglo XX , el primero y desde la tercera década del mismo período el segundo; fueron construidos para, salvar las aguas de la laguna san Lázaro y comunicar las islas Ximarí(Getsemaní ) y Karmairí (centro histórico) con la isla Manga, y la misma isla con el barrio El Bosque para salvar el caño Bazurto y facilitar el ramal del ferrocarril Cartagena Calamar , el cual llegaba hasta el terminal marítimo construido en 1934.
De acuerdo con las estadísticas presentadas por Manuel Pretel Burgos en su obra: “Monografía de Cartagena” (2011), para el año 1928, Manga contaba con 6.961 habitantes y El Bosque sólo estaba habitado por 162 personas. (P.201,203).
Hoy, a manera de anécdota evoco y escribo sobre aquellas experiencias personales cuando a fines de los años 50 del siglo pasado visitaba El Bosque con mi abuelita Ana Hercilia Segura y observaba que el turno de los buses quedaba donde hoy está, desde aquellos años, la fábrica de bebidas Postobón; en ese entonces, las aguas de la bahía llegaban hasta las tapias del predio; el resto del terreno, era sólo eso: un bosque de matorrales, interrumpido por una que otra construcción.
No obstante, durante los primeros años de la década del 60 fue construido el barrio Blas de Lezo, en el marco de la “Alianza para el Progreso”, la estrategia de los Estados Unidos de América para prevenir “el contagio” de la revolución socialista de cuba en los pueblos de Nuestra América, desencadenando una lista de urbanizaciones cuyo desarrollo en este 2023 no llega a su final, por lo menos en los próximos 30 años, hasta encontrar la conurbación con barrios de otros municipios bolivarenses.
Con importantes modificaciones, los tres puentes el Román y los dos Bazurto se mantienen en pie, convertidos desde su construcción en eslabones estratégicos del desarrollo económico y social de Cartagena y de manera especial de las comunidades de Manga, Getsemaní, el resto del centro histórico y de El Bosque, las cuales además de contar con mejores vías, aceleraron el crecimiento poblacional y urbanístico.
Sin embargo, con el paso de los años, la desidia de las administraciones municipales y distritales históricas de la urbe frente a las cuestiones ambientales, determinó que los caños se colmataron con toda clase de sedimentos y residuos sólidos (basura) al punto que en nuestros días es imposible pasar por debajo de los puentes, Las Palmas y Jiménez, en una sencilla canoa, esas que inventaron los amerindios originarios, hace más de 15 siglos.
A continuación, las microhistorias sociales del puente Román y los dos puentes Bazurto, en orden cronológico.
1. PUENTE ROMÁN: EL PASO ELEVADO DE MANGA HACIA GETSEMANÍ Y EL ENTORNO DEL CENTRO HISTÓRICO.
Es abundante la literatura histórica existente sobre el puente Román, construido el año 1906 y cuyo nombre honra la memoria de uno de los más destacados miembros de la élite cartagenera, como fue el gobernador Luis H. Román, hermano de Soledad Román, la segunda esposa del cuatro veces presidente de Colombia, Rafael Núñez Moledo, promotor a ultranza de su edificación.
Pues bien, de los textos escritos seleccionamos uno de los más concisos e interesantes, como es el periódico digital: el getsemanicense.com (2022) en el artículo: “El viejo puente Román”.
… “La entrada a Manga se hacía por el puente san Lázaro, que hoy llamamos de Las Palmas, detrás del periódico El Universal, en el Pie del Cerro. Pero a comienzos del siglo XX, surgió la idea de construir un barrio de grandes casas, con un urbanismo moderno, bajo un plan que desarrolló Luis Felipe Jaspe y que empezó a concretarse desde 1905.Ese mismo año se abrió el boquete de la muralla por donde cruzaría el nuevo puente.
1.1. SURGE EL PUENTE ORIGINARIO:1906-1907
“Entre 1906 y 1907 se construyó un puente de madera para comunicar Manga y Getsemaní. Estuvo a cargo de Eliseo Navarro, quien organizó algo similar a dos terraplenes que se encontraban en la mitad del agua mediante un pontón hecho de madera y con unas sencillas barandas hechas del mismo material”.
1.2. ADIÓS AL VIEJO PUENTE EN 1927.
“Un par de décadas después, la ciudad seguía desarrollándose, y pedía otra solución, principalmente por el aumento del tráfico de vehículos. Entonces apareció el francés Gastón Lelarge, uno de los arquitectos más relevantes de la época republicana, con un legado importante en Bogotá, a quien se entregó la construcción del puente.
La… construcción y apertura datan de 1927.El concreto reforzado, reemplazó la madera como material principal. Costó $16.000 y se le consideró, entonces, una de las obras más relevantes de la ciudad. El diseño de Lelarge era casi a ras del agua, siguiendo el planteamiento previo de Elíseo Navarro. Los caminantes se separaban de la laguna, apenas por una barda con bolillos de concreto, a semejanza de los que vemos en los balcones coloniales. Sólo en la parte central se elevaba un poco para permitir el intercambio de agua entre la laguna san Lázaro y la bahía de Las Ánimas
En ese sector Lelarge concentró los elementos más ornamentales del puente, como cuatro columnas rematadas por esferas y cuatro pilares en el centro. Todos ellos con lámparas y un diseño neoclásico, propio de Lelarge, formado en la escuela francesa”.
1 .3. EDURBE DESTRUYE EL VIEJO PUENTE DE LELARGE EN 1986 Y CONSTRUYE EL PUENTE ACTUAL.
“Ese fue el puente que conocieron muchos vecinos de Getsemaní, pues estuvo en pie, hasta que en 1986 fue reemplazado por el actual, que permite el paso de embarcaciones (pequeñas y medianas) y mejor flujo del agua”.
Edurbe, la empresa de desarrollo urbano, construyó el nuevo puente Román con un criterio utilitarista y práctico elevando la altura del viaducto, lo cual es de indudable beneficio para la laguna san Lázaro y para el tráfico de embarcaciones de bajo calado y medianas; sin embargo, la construcción perdió el viejo encanto romántico que tanto deleitó a propios y visitantes, con la ornamentación que le imprimió Lelarge.
2.EL IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL PUENTE ROMÁN A TRAVÉS DE LA HISTORIA.
El impacto socioeconómico del funcionamiento del puente Román, desde su inauguración en 1906 fue notorio para los habitantes de Cartagena, en especial para los habitantes de Manga y Getsemaní, quienes fortalecieron su movilidad accediendo a nuevos espacios viarios.
Los habitantes de Getsemaní, por su parte, encontraron en el puente, un nuevo punto de recreación, y un sitio más estratégico para la pesca de pargos, jureles o róbalos; la comunidad de Manga obtuvo una nueva vía que agilizaba y recortaba su tránsito hacia el centro histórico, el cual concentraba, como hasta hace poco, las actividades gubernativas administrativas, económicas (financieras y comerciales) y políticas de la ciudad.
Pero dejemos que sea elgetsemanicense.com (2022) desarrollado con citas textuales y contextuales el órgano periodístico que explique, de manera más amplia, las situaciones de antaño y del presente vividas a raíz del viejo viaducto de inicios del pasado siglo XX.
“El puente le dio una nueva dinámica, no sólo a aquella esquina en la que antes no ocurría mucho, sino también a la calle que se convirtió en un eje no solo para el barrio sino para la ciudad como conexión con Manga y después con el puerto y El Bosque. Estaba conectada en línea recta con el mercado público, construido también en 1905 y eso la potenció como arteria económica con sus almacenes y bodegas adyacentes”.
3.VECINOS INOLVIDABLES DEL PUENTE.
El viejo puente Román en su larga trayectoria histórica no quedó solitario; en la entrada hacia Manga, tres siglos antes que él, desde la época colonial,existe el baluarte El Reducto, aunque mutilado; después se adicionó una entidad de beneficiencia, la estatua de la virgen del Carmen patrona de los pescadores, conductores ,transportadores y de las comunidades del Caribe colombiano,y finalmente un turno de buses intermunicipales o una nevada, como dicen mis nietas e hijas en Barranquilla.
“Entonces, para finalizar,dejemos que sea el Getsemanicense, el narrador de estos inolvidables recuerdos: Bajando del puente y adosada al Reducto se hizo una construcción nueva: La Gota de Leche. Era una iniciativa surgida en Francia y luego seguida por España en la que se daba buena alimentación a los niños de escasos recursos económicos para combatir los altos índices de desnutrición y mortalidad infantil. Muchos getsemanicenses pasaron por allí, pues era un puerto seguro de alimentación, en una época de sobrepoblación en el barrio.
También los mayores recuerdan a la virgen, en el mismo reducto, que es la que ahora preside la bahía interna. Fue una iniciativa del memorable sacerdote Rafael García Herreros, el de El Minuto de Dios, que se completó con aportes de los feligreses, incluyendo unas alcancías en el mercado público”.
Del otro lado de la bajada del puente, frente al actual Hotel Armería Real, se organizó décadas más tarde, una estación para los buses que venían de pueblos como Turbaco, Villanueva, Santa Rosa o Turbana”.
En nuestros días, finales de diciembre del 2023, la gota de Leche ya no existe, al igual que el turno de buses, y en El Reducto funciona un restaurante de clases medias y altas; pero la estructura básica del viejo puente se resiente, acompañado de otros importantes viaductos del centro histórico y de los sectores populares de “La Fantástica”, aunque sean sometidos a maquillajes para disimular el creciente “trasnocho” provocado por muchos años de desidia e incompetencia estatal. CONTINUARÁ… LOS PUENTES BAZURTO DE MANGA,
Con los afectos de siempre:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.
Siempre Patrimonialista. Eternamente Ambientalista.
Deseándoles mis queridos lectoras y lectores paz, amor y bienestar el próximo 2024.
Que las bendiciones de Dios y su hijo Jesús sean mejores para todos los colombianos, y nos brinden la reconciliación fraternal.
PD. Foto reproducida de #elsitio nuestra historia. Alcaldía de Cartagena.