FUNDAMENTOS ANATÓMICOS Y FISIOLOGICOS DE LA SEXUALIDAD HUMANA
Las glándulas sexuales
Las células sexuales, es decir, el óvulo (en la mujer) y los espermatozoides (en el hombre) las produce el organismo en las “glándulas sexuales”.
Aclaremos de entrada que las “glándulas” son parte esencial de la vida humana, ellas “fabrican” todas las sustancias que se necesitan para el buen funcionamiento del cuerpo y las transmiten a la sangre o a otros órganos.
Un buen ejemplo de lo que es una “glándula” es el “hígado”, el producto del hígado es un líquido amargo que se llama “bilis”; la bilis pasa al intestino para ayudarnos a tener una buena digestión de nuestros alimentos, las enfermedades de esta glándula (como la hepatitis) produce serios problemas digestivos a la persona que la padece.
Otro ejemplo es la “tiroides”, esta glándula endocrina se encuentra situada por delante y a los lados de la tráquea y de la parte inferior de la laringe, gracias a ella se produce una “hormona” que al entrar al torrente sanguíneo y regarse por todo el cuerpo viene a colaborar en el crecimiento de la persona, las enfermedades de la tiroides (hipo-tiroidismo, hiper-tiroidismo, por ejemplo) suelen desencadenar serios problemas de crecimiento.
Aclarada esas cuestiones generales sobre las glándulas, entramos a observar más directamente a las “glándulas sexuales” y ¿qué encontramos? Encontramos lo siguiente: Las glándulas sexuales tienen una doble función, producir cuerpos químicos (hormonas sexuales) que, al circular por la sangre, aportan a los hombres y a las mujeres, las características secundarias de su sexo. De otro lado tenemos que son, además, verdaderas fábricas de células sexuales (testículos en el hombre generan espermatozoides y ovarios en la mujer liberan óvulos).
Cuando la persona inicia su vida en el útero de la madre, esta es apenas un "cigoto" luego un “embrión” y luego un "feto". Desde su concepción la persona comienza un proceso de adecuación y madurez para propiciar el surgimiento y desarrollo de sus glándulas sexuales que poco a poco se van diferenciando según el “sexo cromosómico”, las cuales, al producir sus respectivas hormonas, dan origen a la formación de los órganos sexuales femeninos y masculinos según sea mujer u hombre con toda su dotación y equipamiento para su correcto funcionamiento.