EL PRENDE Y APAGA
La borrachera es un proceso en el que gradualmente se va apagando nuestro cerebro, comenzando desde afuera y avanzando hacia adentro. Por otro lado, superar la borrachera implica el proceso inverso, donde gradualmente se va encendiendo nuestro cerebro desde adentro hacia afuera.
Tenemos tres cerebros, y durante la borrachera, uno a uno comienza a apagarse. Por eso, al observar a alguien que comienza a beber, es posible notar cómo gradualmente pierde su racionalidad (su conciencia). A medida que avanza la ingesta, la persona comienza a experimentar dificultades en el habla y sus movimientos se vuelven lentos y torpes. Las emociones empiezan a tomar el control a medida que la capacidad de raciocinio disminuye. Conforme se consumen más tragos, pueden surgir comportamientos como el cariñoso o el agresivo. Luego, las emociones se amortiguan y aparece el sueño, manifestado en la persona que ya no puede caminar correctamente y, prácticamente, se arrastra como un reptil hasta caer dormida en algún rincón.
Nuestras neuronas son como bombillos, tienen una vida útil limitada, por eso hay que cuidarlas y evitar el “prende y apaga innecesario”, cada borrachera afecta la vida útil de nuestras neuronas, cuidar nuestro cuerpo es también cuidar nuestra mente, como bien lo decían los griegos, “mente sana en cuerpo sano”.
Eso es lo que les quería decir en este artículo, el primero en el que abordaremos el tema del trago y su impacto en las relaciones conyugales y familiares.
NUESTROS TRES CEREBROS
Recuerda, el articulo ya concluyó, lo que viene ahora es un extenso complemento de lo que leyeron… ¿Lo quieres leer? ¿Te animas?
El concepto de los "tres cerebros" a menudo se refiere a la teoría propuesta por el neurocientífico Paul D. MacLean en la década de 1960, que sugiere que el cerebro humano está compuesto de tres partes principales, cada una evolutivamente más antigua que la siguiente. Estas partes son el cerebro reptiliano, el sistema límbico y el neocórtex. Aquí hay una breve descripción de cada uno:
- Cerebro Reptiliano: Esta es la estructura más primitiva del cerebro y se encuentra en la base del cerebro. Incluye el tronco cerebral y el cerebelo. Es responsable de funciones básicas como la respiración, la frecuencia cardíaca, la regulación de la temperatura corporal y los instintos de supervivencia, como la lucha o la huida. Se le llama "reptiliano" porque se asemeja al cerebro de los reptiles y controla comportamientos instintivos y automáticos.
- Sistema Límbico: Esta es la parte del cerebro que se desarrolló después del cerebro reptiliano y está asociada con las emociones y la memoria. Incluye estructuras como el hipotálamo, la amígdala y el hipocampo. El sistema límbico juega un papel crucial en la regulación emocional, el procesamiento del miedo, la formación de la memoria y la toma de decisiones.
- Neocórtex: Esta es la parte más desarrollada del cerebro y es única en los humanos en términos de su complejidad. Se encuentra en la parte frontal del cerebro y es responsable de funciones cognitivas superiores, como el pensamiento abstracto, el lenguaje, la planificación, la toma de decisiones consciente y la percepción sensorial. Es la parte del cerebro que nos distingue más claramente de otras especies y nos permite realizar actividades complejas y desarrollar la cultura.
CÓMO SE APAGA EL CEREBRO DEL BORRACHO
Lo que describimos a continuación, es una explicación simplificada y metafórica del efecto del alcohol en el cerebro humano, utilizando la teoría de los tres cerebros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el funcionamiento del cerebro es mucho más complejo y no necesariamente se puede reducir a una secuencia tan lineal y simplificada. Dicho esto, puedo proporcionar una descripción detallada de cómo el alcohol afecta el cerebro en diferentes etapas:
- Efecto en el Neocórtex (Corteza Cerebral): Cuando comienzas a "cancanear".
- Cuando una persona comienza a consumir alcohol, los efectos comienzan a manifestarse primero en el neocórtex, la parte más evolucionada del cerebro humano.
- El alcohol deprime la actividad de la corteza cerebral, lo que resulta en una disminución de la función cognitiva superior, como el juicio, la toma de decisiones, el autocontrol y la percepción del entorno.
- Los efectos pueden incluir una disminución en la capacidad de razonamiento, una menor inhibición social y una alteración en la coordinación motora y el habla.
- Cuando una persona comienza a consumir alcohol, los efectos comienzan a manifestarse primero en el neocórtex, la parte más evolucionada del cerebro humano.
- Efecto en el Sistema Límbico: Cuando aparece el "el borrachito bailaor", "borracho cariñoso" o el "borrachito peleón".
- A medida que la intoxicación continúa, el alcohol afecta al sistema límbico, que es responsable de regular las emociones y la memoria.
- Esto puede llevar a cambios en el estado de ánimo, como una mayor expresión de emociones (como euforia o agresión) o una disminución en la capacidad para regular las emociones.
- También puede influir en la formación y recuperación de la memoria, lo que puede resultar en lagunas en la memoria o recuerdos borrosos de eventos ocurridos durante la intoxicación.
- A medida que la intoxicación continúa, el alcohol afecta al sistema límbico, que es responsable de regular las emociones y la memoria.
- Efecto en el Cerebro Reptiliano: Cuando aparece el "borrachito arrastrao".
- A medida que la intoxicación alcanza niveles más profundos, los efectos del alcohol pueden afectar al cerebro reptiliano, que controla las funciones básicas de supervivencia, como la respiración y la frecuencia cardíaca.
- En esta etapa, pueden ocurrir efectos como la pérdida del equilibrio, la disminución del control de la vejiga y la pérdida de la capacidad para realizar movimientos coordinados.
- El individuo puede experimentar una sensación de desorientación y confusión, ya que las funciones cerebrales básicas están afectadas.
- A medida que la intoxicación alcanza niveles más profundos, los efectos del alcohol pueden afectar al cerebro reptiliano, que controla las funciones básicas de supervivencia, como la respiración y la frecuencia cardíaca.
- Somnolencia y Pérdida de Conciencia: El "borrachito dormilón".
- A medida que la intoxicación alcanza su punto máximo y los efectos del alcohol se extienden por todo el cerebro, el individuo puede experimentar una creciente somnolencia.
- En casos extremos, la intoxicación puede provocar una pérdida total de la conciencia, lo que resulta en un estado de sueño profundo o incluso en un coma alcohólico.
- Durante este estado, las funciones cerebrales superiores están significativamente deprimidas, y el individuo es incapaz de responder a estímulos externos de manera adecuada.
- A medida que la intoxicación alcanza su punto máximo y los efectos del alcohol se extienden por todo el cerebro, el individuo puede experimentar una creciente somnolencia.
PASANDO AL BORRACHERA
Cuando la borrachera comienza a disiparse y el individuo entra en el proceso de recuperación, se pueden observar cambios en el funcionamiento del cerebro que reflejan el orden inverso al de la intoxicación. Aquí está cómo podría explicarse este proceso:
- Despertar del Cerebro Reptiliano: El "borrachito llorón" ¡Ay juemadre que dolor, que malestar tan berraco!
- A medida que el efecto del alcohol disminuye, el individuo puede experimentar un despertar gradual del cerebro reptiliano, que controla funciones básicas de supervivencia.
- Esto puede manifestarse en una mayor alerta, recuperación de la movilidad y capacidad para responder a estímulos externos de manera más adecuada.
- Sin embargo, es probable que persistan algunos efectos físicos de la intoxicación, como la fatiga y la deshidratación, lo que puede contribuir a la sensación general de malestar.
- A medida que el efecto del alcohol disminuye, el individuo puede experimentar un despertar gradual del cerebro reptiliano, que controla funciones básicas de supervivencia.
- Recuperación del Sistema Límbico: El "borrachito arrepentido" ¡nojoda que vaina tan terrible, me siento culpable, me siento mal, esta vaina no la vuelvo a hacer!
- A medida que la persona se recupera más, el sistema límbico comienza a volver a su estado normal.
- Esto puede implicar una recuperación gradual de las funciones emocionales y de la memoria, lo que puede llevar a una mayor conciencia de los eventos que ocurrieron durante la borrachera.
- Es posible que el individuo experimente sentimientos de confusión, vergüenza o culpa a medida que recuerda su comportamiento durante la intoxicación.
- A medida que la persona se recupera más, el sistema límbico comienza a volver a su estado normal.
- Regreso del Neocórtex: El "borrachito amnésico selectivo" (se acuerda de todo, pero lo niega todo porque le da pena reconocer las estupideces que hizo) ¡No me acuerdo de nada, estoy “enlagunao”!
- Finalmente, a medida que la persona se recupera por completo, el neocórtex comienza a recuperar su función normal.
- Esto implica una restauración gradual de las funciones cognitivas superiores, como el juicio, la toma de decisiones y la capacidad para pensar con claridad.
- Durante esta etapa, la persona puede reflexionar sobre sus acciones durante la borrachera y experimentar sentimientos de arrepentimiento o remordimiento, especialmente si su comportamiento estuvo fuera de control o tuvo consecuencias negativas.
- Finalmente, a medida que la persona se recupera por completo, el neocórtex comienza a recuperar su función normal.
- Resaca: “El enguayabao”
- Después de que la persona ha recuperado completamente la sobriedad, es posible que experimente los síntomas típicos de la resaca, que incluyen dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y articulares, náuseas y sensibilidad a la luz y al sonido.
- La resaca puede ser acompañada por pensamientos negativos o "terribilistas", así como sentimientos de culpa o vergüenza debido a las acciones realizadas durante la borrachera.
- Después de que la persona ha recuperado completamente la sobriedad, es posible que experimente los síntomas típicos de la resaca, que incluyen dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y articulares, náuseas y sensibilidad a la luz y al sonido.
EL DAÑO QUE LE HACE EL ACOHOL AL CEREBRO
El daño que una borrachera puede causar al cerebro puede variar dependiendo de la edad del individuo, ya que el cerebro está en diferentes etapas de desarrollo en cada grupo demográfico. Aquí hay una descripción general de cómo puede afectar una borrachera al cerebro de un niño, un joven y un adulto:
- Niño:
- Los niños y adolescentes tienen cerebros en desarrollo, y la exposición al alcohol durante este período crítico puede tener efectos especialmente perjudiciales.
- El alcohol puede interferir con la formación y el desarrollo del cerebro en áreas clave como el neocórtex y el sistema límbico, lo que puede resultar en problemas cognitivos, de aprendizaje y de comportamiento a largo plazo.
- La intoxicación aguda en niños puede ser aún más peligrosa debido a su menor tolerancia al alcohol y su mayor susceptibilidad a los efectos adversos, lo que puede aumentar el riesgo de daño cerebral y otros problemas de salud graves.
- Los niños y adolescentes tienen cerebros en desarrollo, y la exposición al alcohol durante este período crítico puede tener efectos especialmente perjudiciales.
- Joven:
- En los adolescentes y jóvenes adultos, el cerebro aún está en desarrollo, aunque muchas de las principales estructuras cerebrales ya están formadas.
- La exposición al alcohol durante este período puede interferir con el desarrollo continuo del cerebro, especialmente en áreas relacionadas con la toma de decisiones, el control de los impulsos y la memoria.
- Los efectos a corto plazo de la intoxicación pueden incluir una disminución temporal en la función cognitiva y el juicio, así como un aumento en la probabilidad de participar en comportamientos de riesgo o peligrosos.
- En los adolescentes y jóvenes adultos, el cerebro aún está en desarrollo, aunque muchas de las principales estructuras cerebrales ya están formadas.
- Adulto:
- En los adultos, el cerebro ya ha completado la mayoría de su desarrollo estructural, pero aún puede ser vulnerable a los efectos del alcohol, especialmente con el consumo excesivo y prolongado.
- Las borracheras recurrentes pueden tener efectos adversos en la función cerebral a largo plazo, incluida la disminución de la memoria, la atención y otras funciones cognitivas.
- El consumo excesivo de alcohol en adultos también puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos neuropsiquiátricos, como la demencia, la depresión y la ansiedad, así como aumentar el riesgo de accidentes y otras enfermedades cerebrovasculares.
- En los adultos, el cerebro ya ha completado la mayoría de su desarrollo estructural, pero aún puede ser vulnerable a los efectos del alcohol, especialmente con el consumo excesivo y prolongado.
Mientras que el daño causado por una borrachera puede ser significativo en individuos de todas las edades, los niños y adolescentes son particularmente vulnerables debido al estado de desarrollo de sus cerebros. Por lo tanto, es esencial educar sobre los riesgos del consumo de alcohol y promover comportamientos saludables desde una edad temprana para proteger la salud cerebral a lo largo de la vida.