¿Quién se atreve a borrar el nombre de Pedro de Heredia al teatro Adolfo Mejía?


¿Quién se atreve a borrar el nombre de Pedro de Heredia al teatro Adolfo Mejía?

0.En modo introducción: el colonialismo cultural.

En nuestros días el colonialismo cultural es considerado como la dominación ideológica, y por supuesto, cultural de una potencia sobre una nación mucho menos desarrollada, lo cual conduce a los habitantes de esta a la alienación.

Al escribir alienación, vale referirse al aislamiento de una persona o comunidad desu propia cultura o sociedad, a la negación de sus símbolos y valores identitarios, generándose de esta manera un proceso extenso de “ceguera  cultural” despreciativo de la herencia cultural propia y adopción  de lo extranjerizante como algo más valioso y digno de perdurar para siempre.

Desde esta perspectiva el colonialismo cultural supera en el tiempo, la dominación física y violenta impuesta por la potencia dominante, proyectándose largos siglos como sucede con Colombia, donde las lenguas y religiones de los originarios amerindios fueron reemplazadas por el idioma español (constitucionalmente el idioma oficial de la República) y la religión cristiano católica.

Compenetrados en ámbitos académicos más perfeccionados, apreciamos que la Unesco define el colonialismo cultural como:

“La difusión del poder de un Estado colonialista a través de la cultura, incluyendo el conocimiento, las actividades culturales, las instituciones culturales como la educación y los medios de comunicación.

La Unesco destaca,también, que el colonialismo cultural puede manifestarse en la falta de reconocimiento y valoración social de las historias, legados y culturas de los pueblos colonizados, así como en representaciones negativas de los mismos”.

1.EL COLONIALISMO CULTURAL EN CARTAGENA DE INDIAS.

Son las circunstancias descritas en líneas anteriores, las que vive gran parte de Colombia, en especial Cartagena de Indias, desde hace más de 492 años ciudad en la cual la descripción de la Unesco, encaja de manera perfecta en nuestras circunstancias políticas y culturales actuales:

I .En el ámbito educativo, la ley 115 de 1994: Ley General de Educación, estableció como obligatoria la enseñanza del inglés de Estados Unidos de Norteamérica, en los niveles de educación básica y media.

II. Las estatuas y monumentos de personajes de España: esclavistas de originarios amerindios, africanos y afrodescendientes, responsables directos e indirectos de millones y miles de muertes de los sectores sociales mencionados, se conservan en las plazas, parques y sitios más emblemáticos de la ciudad.

De esta manera se pisotea la dignidad de quienes somos descendientes de las clases , quienes representamos más del 90% de la población cartagenera, y se induce al error craso a la niñez, la adolescencia ,la juventud y al visitante ingenuo, al presentar a esclavistas y malhechores, entre otros Colón y Heredia, como paladines de la justicia  y la civilización.

III. Tal como señala la Unesco, en Cartagena de Indias se desconoce la verdadera historia de la ciudad, la cual fue reemplazada por la historia oficial, llena de mentiras y verdades a media, que también son verdaderas mentiras.

Con  la fuerza del poder, la historia oficial convirtió mentiras en verdades, mentiras que hoy están siendo desveladas por la historia científica.

1V. En esa misma línea de conducta se desconoce, bien sea por ignorancia o alienación de los funcionarios del Estado, el legado de personajes originarios que enfrentaron el colonialismo español.

En este caso es conveniente destacar como se ignora la gesta de los guerreros caribes: Piorex y Curirix, de Corinche, el patriarca Caribe que condujo a una emboscada a la hueste de Heredia en 1533.

A la par se magnifica a personajes, como la ultra famosa india Catalina, quien a pesar de haber terminado acusando de varias fechorías a Pedro de Heredia, fue el brazo derecho del conquistador en la masacre y conquista de los originarios que habitaban la bahía en 1533 y años subsiguientes. 

V.Asi mismo se desconoce las luchas libertarias de los esclavizados y libres africanos y afrodescendientes y se eleva al altar de los héroes de la ciudad a sus antiguos amos, perseguidores y asesinos.

Más en gracia de  significar el tema que nos ocupa dejemos estas líneas, en calidad de ejemplos del colonialismo cultural en el cual, después de 492 años seguimos inmersos los cartageneros y centrémonos en el caso del actual Teatro Adolfo Mejía.

2.EL CASO CRASO DEL SIMBÓLICO TEATRO ADOLFO MEJÍA.

El Teatro Adolfo Mejía es uno de nuestros bienes culturales más valiosos, inaugurado el año de 1911, para conmemorar el primer centenario de la declaración de independencia absoluta de la heroica ciudad Cartagena de Indias, frente al colonialismo español.

Una brevísima historia es presentada a través del siguiente fragmento, narra que :

“La construcción del Teatro Adolfo Mejía fue ordenada por Henrique Luis Román,gobernador de Bolívar, mientras era presidente Rafael Reyes en 1905.

El diseño fue realizado por Luis Felipe Jaspe inspirado en el Teatro Tacón de La Habana y el Teatro Reina Emma de Curazao…Surgió de la necesidad de tener un espacio más público donde la población tuviera acceso a las representaciones culturales y no se contemplara sólo los beneficios económicos.

Bajo esta visión fue creado como Teatro Municipal. Su construcción se realizó al interior de la capilla de Nuestra Señora de La Merced, que había sido abandonada durante las guerras de independencia.

El Teatro fue inaugurado el 13 de noviembre de 1911, con el nombre de Teatro Municipal…El estreno formal se dio el 22 de febrero de 1912 con el debut de la compañía de Evangelina Adamas, con la obra “el genio alegre”, de los hermanos Álvarez Quintero” …(ipcc.gov.co:/teatro adolfo mejía)

Era el año de 1911, cuando la élite cartagenera valoraba de manera significativa la gesta de independencia absoluta, dirigida por los sectores populares de los barrios Getsemaní y Sandiego, y por los ilustrados miembros de la dirigencia criolla.

Entonces para perpetuar la memoria de la dirigencia de la élite, olvidando los aportes imprescindibles de las masas populares, decidieron erigir una serie de espacios y construcciones monumentales perdurables para siempre.

Desde esta perspectiva se construyó el Teatro Municipal, el parque del Centenario de la Independencia, el monumento a la bandera, se remodeló el Camellón de los Mártires y se erigió, bajo el liderazgo de un grupo de mujeres, también de la élite, la estatua de la libertad cartagenera: Noli me tangere: no me toques.

Sin duda alguna, hombres y mujeres de la generación de 1911, fueron personas que dieron muestra de un patriotismo a lo criollo, vale escribir, marcado por   el culto a los héroes locales de la clase dominante.

Sin embargo, fuese como fue, la generación del 1911 no arrodilló su memoria y mucho menos la conciencia, ante los invasores españoles: conquistadores “a sangre y fuego” con la cruz y la espada.

Fueron ellos, también , como algunos cartageneros saben: colonizadores, violadores de originarias amerindias, africanas y afrodescendientes; esclavistas, encomenderos, y reconquistadores, autores de la masacre de los granadinos y cartageneros de los años  1815 y 1816.

Después de 1911, todo marchó bien en cuanto al nombre del simbólico teatro; sin embargo 22 años después: en 1933, el Concejo de la ciudad, integrado por liberales y conservadores, inmerso en la  mar de la ignorancia, la alienación, el desprecio a la raza Caribe, a la gesta libertaria (1810-1821) de sus héroes y las masas populares, decidió cambiar el nombre del Teatro Municipal por el de Teatro Heredia, mediante el Acuerdo No. 22 de 1933,mancillando la dignidad de los cartageneros.

La desfachatez de los concejales se amparó en la celebración del “cuarto centenario de la “fundación de Cartagena”, hecho cuestionado y demostrada su falsedad, no sólo por el autor de este ensayo, sino también por prestigiosos  historiadores de Colombia, Cartagena de Indias, y de la misma España.

No obstante, “no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista” ni aun en la heroica ciudad: la fantástica Cartagena de Indias, donde la infamia se ha eternizado por casi 500 años.

Entonces, por iniciativa del finado alcalde Nicolás Curi Vergara, el Concejo Distrital de Cartagena, mediante el Acuerdo No. 30 del 9 de julio de1998 ordenó borrar el ofensivo nombre y llamó al magno escenario: Teatro Adolfo Mejía.

Se honró así, y esta vez para siempre a la persona, la vida y el arte de uno de los mejores músicos y compositores de Cartagena de Indias  y Colombia.

No obstante, el imperativo mandato de la corporación edilicia, en una ciudad fantástica como la nuestra, más puede la ignorancia, la alienación y la desidia, al punto que 27 años después, el nombre del conquistador se mantiene flamante hasta nuestros días de julio del 2025.

Ahí, en la fachada principal, en letras agigantadas y sobresalientes, en la parte más alta del edificio, ahí está la vergonzosa identificación del conquistador mancillando la dignidad de los cartageneros, mientras que el nombre oficial TEATRO ADOLFO MEJÍA, ocupa un discreto espacio a la entrada de la edificación, significando tal vez: lo nuestro vale menos que lo extranjero.

3. ¿QUIEN SE ATREVE A BORRAR EL ESPURIO NOMBRE DE HEREDIA DE LA FACHADA DEL TEATRO ADOLFO MEJÍA?

Ante la delicada situación presentada, la pregunta obligatoria es la que antecede a la línea anterior.

¿Será el Concejo Distrital el ente que tome la iniciativa y solicite al alcalde la medida correspondiente?

¿Será el alcalde de la ciudad, quien tome la iniciativa de solicitar al IPCC que proceda de inmediato a borrar el ofensivo nombre?

¿Será la propia directora del IPCC, bajo cuya responsabilidad directa está la administración del teatro, la que subsane el error cometido durante más de 18 meses de su ejercicio público?

¿Será un grupo de ciudadanos o un ciudadano en particular, quienes procedan a interponer una Acción Popular o a interponer una Acción de Cumplimiento?

Desde mi óptica personal, considero que no será necesario utilizar estos mecanismos de participación ciudadana, pues ahora, cuando se les está notificando de la situación anómala, los funcionarios referenciados, prestos corregirán las falencias que la administración distrital ha presentado durante 27 años.

PD.1. En polémicas pasadas se argumentó que el nombre de Heredia se asignó al teatro  para honrar el nombre del poeta José María Heredia. Sin embargo, el cambio se dio en la celebración del cuarto centenario de  la supuesta fundación de Cartagena. Sin embargo el Acuerdo de 1933, despeja las dudas de los incrédulos.

PD. 2. Imagen el universal.com

Con los afectos de siempre:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

Patrimonialista. Ambientalista.


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